MÉXICO, D.F.- Un saltador base estadounidense decidió darle una vuelta de tuerca a su ya arriesgada actividad introduciendo la cultura del piercing a su empresa.
Josh Miramant, de 28 años, viajó de San Francisco a Ton Sai, en Tailandia, para realizar un salto en suspensión diferente. Para esta ocasión, el paracaidista intercambió su típico arnés por unas sujeciones metálicas que enganchó directamente a su espalda.
Este amante de la adrenalina documentó todo el proceso, del cual se desconocía el resultado, ya que corría el riesgo de que su piel se desgarrara al desplegarse el paracaídas en el descenso.
Con información de peopleenespanol