EL MANTE, Tamaulipas.- El nacimiento de un hijo especial, con características físicas o intelectuales diferentes, casi siempre altera el orden familiar, por lo cual es necesario brindar apoyo profesional no sólo al menor sino al padre y la madre para superar las fases psicológicas y emocionales que pueden estar viviendo.
Así lo dio a conocer el psicólogo del Centro de Atención Múltiple (CAM) Club Rotario de Mante, Luis Antonio Mendoza Caudillo, quien detalló que esa etapa se repite en dicha institución sobre todo cuando se recibe un alumno especial, pues los padres se niegan aceptar la situación y muchas veces son ellos quienes frenan el proceso de educación y preparación de sus hijos al no integrarlos a la escuela especial.
“Muchos padres solo piensan en traer a sus hijo por uno o dos años, no aceptan que sus hijos tienen una discapacidad intelectual dado que no es notoria, físicamente está bien, pero intelectualmente no y es cuando se rehúsa a una educación especial”.
Dicho factor separa a los alumnos de recibir una educación acorde a sus características físicas o intelectuales que no encontrará en ninguna escuela normal, por lo que es muy difícil que puedan alcanzar niveles de aprendizaje o integrarse a la sociedad sin la preparación y atención requerida.
El apoyo profesional que se brinda a los padres de familia es para tratar de que superen a la brevedad posible aquellos factores buscaron como “válvula de escape”, entre ellos la negación y aislamiento, sentimiento de culpa, rechazo hasta llegar a la etapa de aceptación “que es la más importante porque el padre obtiene la sensación de alivio y el hijo recibe el apoyo y el amor total”.
Agregó que en el CAM Club Rotario de Mante, se ha logrado que padres de familia superen esta etapa y se integren al modelo de vida de sus hijos mediante el trabajo integral educativo y psicológico, logrando que además de la educación sean incorporados a la sociedad y hasta lleven una vida productiva.
