MÉXICO.- Trabajadores de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) provocaron, accidentalmente, un derrame de unos tres millones de galones de desechos tóxicos de una vieja mina de oro en el río Colorado, cuyas aguas se tornaron de color naranja y amarillo.
El incidente comenzó el 5 de agosto pasado, cuando el equipo de limpieza estaba rehabilitando una mina, radicada en la localidad Farmington, Nuevo México, que dejó de funcionar en 1923.
La EPA había informado originalmente del derrame en el río de cerca de un millón de galones (3.8 millones de litros) de agua con metales pesados disueltos.
Las autoridades locales aseguran que el accidente no amenaza el suministro de agua potable, pero sí puede ser peligroso para la flora y la fauna de la zona.




