CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El desamor y su idea de querer morir a los 50 años, son los móviles más viables para que Pablo Reyes de León, matara a su pareja y luego se quitara la vida.
Las autoridades además revelaron que horas más tarde de los hechos la dama fue finalmente identificada.
Un agente encargado en las investigaciones y quien pidió el anonimato reveló que la ahora occisa respondía al nombre de Angélica Cedillo Báez, de 39 años y quien tenía su residencia en el ejido Rancho Nuevo.
Cedillo Báez se encontraba divorciada, pero cada fin de semana se encargaba de ver a sus hijos, ya que éstos se quedaron con el padre.
La relación que llevaba con Pablo Reyes era cuestionada por su familia por lo que la ahora occisa decidió alejarse de ellos y se fue a vivir con otro matrimonio en el ejido Rancho Nuevo.
La policía se entrevistó con esa pareja y ésta aseguró que días antes de lo ocurrido ellos fueron a dejar a Angélica a la carretera de la Interejidal, donde Pablo Reyes pasó por ella para luego no saber más.
Los días pasaron y la pareja se comenzó a preocupar por lo que decidieron llamarle a otra mujer identificada como Francisca para que ella se encargara de avisarle a la familia que Angélica no aparecía.
Fue por ello que una hermana llamada Martina Cedillo Báez acudió a la Procuraduría General de Justicia del Estado para denunciar la desaparición.
Días más tarde el matrimonio volvió a comunicarse con Francisca para revelarle que ya habían entablado comunicación con Pablo Reyes y que al preguntarle por Angélica este les contestó que no ya no se preocuparan por ella, porque ya había acabado con su existencia.
La respuesta hizo temblar a la familia por lo que estos empezaron a preocuparse más.
Fue hasta este martes en la tarde cuando el cadáver de Pablo Reyes lo encontró un habitante de esa región.
El hombre se hallaba colgado de un árbol cerca del río El Roble, a la altura del kilómetro 22.
Al revisar sus pertenencias encontraron una carta póstuma y el croquis donde informaba dónde había dejado el cuerpo de quien fuera su amada.
Una vez que los peritos de la Procuraduría estatal y Ministerio Publico Investigador hicieran las diligencias procedieron al levantamiento de los cadáveres y llevarlos al Servicio Médico Forense para la autopsia.
Ya en las oficinas y al revisar más a fondo las pertenencias del asesino-suicida encontraron otra carta en la que el ahora occiso daba a entender el porqué de su decisión.
Trascendió que Pablo Reyes tenía la idea de no querer vivir más cuando llegara a los 50 años.
Pablo se ganaba la vida como mecánico y tenía un taller en la casa de uno de sus hijos.
En su misiva asentó que su deseo era morir a los 50 ya que “la ley de la vida”, para él, había concluido. Consideraba que ya todo lo había vivido y ya no había más porque vivir.
“En varias ocasiones lo pospuse (suicidarse) porque la ocasión no se había prestado”, asentó en uno de los párrafos.
Dejó entrever que la determinación de quitarle la vida a Angélica fue por desamor al sospechar que le era infiel.
Los cuerpos fueron también ya reclamados por sus familiares.
La policía sigue esperando el resultado de la autopsia para seguir con las indagatorias.