6 diciembre, 2025

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«Diccionario para candidatos»

Diagnóstico Político

Como ya no es soportable tanta palabrería hueca, gastada y aburrida en las precampañas de los aspirantes a la Gubernatura del Estado, he decidido apoyarlos con un breve «Diccionario de Lenguaje Norteño», para que se ayuden en los mensajes y discursos que pronuncien en los ranchos ante grupos campesinos, y los convenzan para que sean sus futuros votantes. Por lo antes expuesto, les obsequio los dichos y términos norteños siguientes:

1.- Argüendero: Dado a los argüendes, a los chismes. Llevar, traer y regar rumores sin que nadie se los pida.

2.- Birriondo: Enamorado, callejero, mentiroso, enredador, libidinoso.

3.- Caponero: Animal al que se le pone el cencerro y que sirve de guía para los demás; por extensión: el que guía, el dirigente, el «mero, mero».

4.- Centavero: Que le gusta, sobre todas las cosas, ganar dinero; que hace negocios en todo momento y de cualquier actividad, pero que, al mismo tiempo, cuida mucho el gasto, es cicatero: «Es muy centavero, vendería a su mamá si encontrara comprador».

5.- Chingaquedito: Solapado, mosca muerta, taimado. Que jode despacito.

6.- Fara-fara: Voz para nombrar la música norteña, o al grupo que la produce; el conjunto que interpreta música norteña, se caracteriza por el uso del acordeón y la guitarra con obligado acompañamiento de bajo sexto y algún «brinco», como la redova o los palitos.

7.- Gandalla: Aprovechado, abusón, logrón.

8.- Güey: Deformación de buey. De tanto usarse ya no es maldición o afrenta, sino una suerte de muletilla, si no amistosa, tampoco ofensiva, para referirse a un compañero o amigo; es usada incluso por las mujeres y entre mujeres. Seguramente comenzó siendo insulto porque el buey es un animal castrado.
9.- Güila: Prostituta, mujer de moral ligera, de conducta licenciosa.

10.- Lambiachi: Lambiscón, barbero, adulador.

11.- Mamón: Es un calificativo difícil de definir por la amplitud de su uso: además de otros matices, significa exagerado, de trato difícil, puntilloso, culterano de provincia, engreído, fatuo, pedante, que le gusta darse tono.

12.- Molcas: El jefe, el que manda, el «mero-mero». Voz para mencionar a un ausente, en el entendido de que el interlocutor sabe de quien se trata. ¿Dónde está molcas?. Tú sabes cómo es molcas.

13.- Orejano: Animal sin marca y por lo tanto, sin dueño, que carece de identificación; por extensión cualquier cosa sin dueño, o sin marca de dueño. En política, el que carece de padrinos.

14.- Pelandusca: Usase casi siempre en femenino y significa liviana, fácil, putilla.

15.- Sabanazo: Aventura sexual de una sola noche, o de un rato.

16.- Sancho: Eufemismo que se usa, entre broma y temor, para nombrar al posible amante de la esposa.

17.- Tilingo-lingo: Palabra para definir una vida ligera, de mucha diversión, con pocos compromisos y trabajos: «Siemrpe anda en el tingo-lingo, así nunca va a hacer nada».

18.- Vaquetón: Cínico, flojo, despreocupado, desobligado, sinvergüenza, aprovechado con las mujeres o con los seres que le profesan cariño, mandón, despótico, además que aguanta reproches y desprecios sin inmutarse: «Mi compadre desde que era chico ha sido un vaquetón».

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