27 diciembre, 2025

27 diciembre, 2025

¿Dónde están?

Sol General

La visita de Marco Antonio “Chato” Ferreira a ciudad Victoria del pasado lunes, leer y escuchar sus declaraciones en torno a la experiencia vivida cuando radicó por estos lugares defendiendo la meta de Correcaminos, me hizo recordar épocas que se añoran y no porque hayan sido años de mi niñez, sino basándonos estrictamente en lo que Correcaminos y sus jugadores representaban para Victoria, para la raza, los que los hacían ídolos, quienes a final de cuentas avalaban la chamba de los que se ponían esta camiseta.

‘El Chato’ decía en su entrevista a Oé!, que en aquellos años, estamos hablando hace un poquito más de dos décadas, la afición y el equipo eran uno mismo, se respiraba una comunión, creo que sin precedente alguno en esta capital cueruda. Eran épocas de Primera División, donde por cierto ahí si se gestó el mejor Correcaminos de todos los tiempos, el que calificó a liguilla en el máximo circuito, ese que nos prometieron se volvería a dar sólo porque habían traído al Chelís… hágame el refabrón cavor.

Y bueno, hasta cuando vino ese técnico, el que más ha co$tado en la historia del fútbol tamaulipeco, ahí todavía la gente iba por algo al estadio, por curiosidad, morbo, gusto, distracción, por lo que fuera, pero aún el equipo era algo atractivo para la gente que busca al menos esfuerzo, garra, actitud, vergüenza dentro del campo.

Lo del viernes pasado no tiene nombre y sinceramente, sin sonar dramático, no se le ha dimensional como lo que fue: la peor derrota en los poco más de 20 años de estancia que tiene Correcaminos en esta división, además de los siete goles, la cabeza gacha, los hombros caídos, son señal inequívoca que se está en el hoyo.

Bien dicen que no hagas cosas buenas que parezcan malas, por ejemplo, anoche Ricardo Cadena, quiero verlo así, tuvo la intención de darle oportunidad de jugar a elementos de cantera, victorenses, todos ellos ante un equipo de Primera División; el resultado era de esperarse y si, en casos muy particulares como en Orlando García, Rolando Sena el mismo Dany Vogel y después Tano Ahumada en su ingreso, que no es nada nuevo, se vieron muchas ganas, entusiasmo, mismo que imprimió Gallegos, y sí, definitivamente algo les falta, sobre todo ser arropados y tener un sistema que los ponga a jugar con seguridad y no mandarlos al matadero contra un equipo que en el puro papel ya es superior así se ponga el cuadro que se ponga en la cancha, sean de Victoria o de Júpiter.

Ricardo Cadena tal vez piensa que la CopaMX es un paréntesis en su curriculum o en la tirilla de resultados de la semana, de ser así se equivoca, una derrota como la de anoche agrava la situación y le da todavía más en la torre al prestigio del equipo.

Y retomando lo del ‘Chato’, un gran amigo me contó hace días: ‘Éramos como cinco amigos que residimos en Querétaro, todos victorenses, todos Correcaminos, fuimos a Celaya a apoyarlos, Diego Olsina y todos los jugadores nos pasaron a un metro cuando iban saliendo del campo al medio tiempo, les aplaudimos, les dábamos gritos de motivación y no fueron ni siquiera para voltear, sonreír, levantar la mano, alguna seña… ¡algo!… ahora entiendo porque la gente ya no quiere al equipo’.

Anoche lo confirme, un jugador que sale expulsado, provoca un penal, sale del vestidor sonriendo, recién bañadito, con su gorrita de beisbolista puesta, como si nada hubiera pasado; uno no quiere verlos llorando ni autoflagelándose, pero es cuando nos preguntamos, ¿conocerán la vergüenza?.

Al salir del estadio, la afición pedía a algunos compañeros de los medios, al menos hubo dos que se me acercaron: “¡Hagan algo ya para que corran a Cadena!”. Imagínese, son pocos los que van al estadio y los que van salen enojados, reclamando y pidiendo despidos.

Algo tiene que pasar, pero situación, la situación se está poniendo gacha.

@luisdariovera

Facebook
Twitter
WhatsApp

DESTACADAS