6 diciembre, 2025

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El shock del futuro

Diálogos Pedagógicos

MAESTRO: Gracias por seguir con nosotros. Doctor, existe una canción poco escuchada por la nueva generación, del famoso álbum de Pink Floyd titulada The Wall (1979), que dice: No necesitamos educación/ no necesitamos control de pensamiento/ nada de oscuros sarcasmos en el salón de clase/ Profesores dejen en paz a los alumnos/ ¡Hey!, profesores déjenlos en paz/ al fin de cuentas, no eres más que otro ladrillo en la pared”. ¿Podría suscribir a la distancia de 35 años esa canción, que ya desde entonces la juventud hacía llegar a los adultos su insatisfacción por la necesidad de un nuevo sistema pedagógico?
A. TOFFLER: Se ajusta sus grandes lentes sobre su rostro afilado, se sonroja y esboza una tenue sonrisa sarcástica. Se muestra sorprendido por la pregunta, pero pronto se repone y dice: En absoluto, es una cantinela que vengo repitiendo sin cesar en todas mis conferencias a lo largo del mundo. Llegará el día más temprano que tarde, que habrá que modificar las escuelas o clausurarlas. Digo esto, no por fastidiar a los maestros a los que respeto y admiro, sino porque la educación que imparten hoy, es básicamente la preparación para ocupar un puesto en las líneas de ensamblado de una fábrica. Es decir, seguimos preparando niños para el trabajo industrial. Tipo de tareas que pertenecen a la segunda gran ola del cambio. Innecesarias en la tercera ola del conocimiento y la información.

MAESTRO: Si usted imagina la educación en otra forma: ¿Qué cree que deberíamos estar enseñando? ¿Hacia dónde debe ir la educación del siglo XXI?
A. TOFFLER: El cambio está ocurriendo a gran prisa. Por ello, la nueva educación debería de ser diseñada en base a los servicios y a formar valores en los educandos. Desde trabajar en un hotel, hasta brindar servicios de primeros auxilios. Cada vez más los trabajos consisten en intercambiar información, utilizando los grandes sistemas de comunicación que ahora hay en internet y las redes. Hay que ir más allá de las tareas repetitivas. Enseñar esto a los niños no es prepararlos para la nueva economía que va surgiendo y para la vida futura. En una sociedad tipo Wikipedia, que busca la información y el conocimiento en formas distintas. Nadie dude que estemos entrando en una era revolucionaria que va a seguir sorprendiéndonos.

MAESTRO: Usted ha señalado que “El Shock del Futuro”- enfermedad del cambio- pude ser prevenido si la sociedad es capaz de despegar una drástica acción social e incluso política: ¿Cuáles son los factores de la velocidad de ese cambio?
A. TOFFLER: Mire usted, se debe fundamentalmente al crecimiento de la población, urbanización pues cada día está más despoblado el medio rural, la gran diferencia entre jóvenes y adultos etc., todo eso ejerce un papel importante para la aparición de dicha velocidad. Sin embargo, es evidente que el enorme avance tecnológico es un punto capital en la trama de las causas; de hecho me atrevo afirmar, que él puede ser, el nudo que active toda la trampa. Por consiguiente en la batalla para evitar esa enfermedad masiva, una estrategia importante consistirá en la regulación consciente del avance tecnológico.

MAESTRO: Ahora bien, Si somos testigos cada día, de que un cambio en nuestras vidas está ocurriendo: ¿A qué se debe tanta resistencia al cambio?
A. TOFFLER: Es indiscutible que son varias las razones a las que podemos atribuir esa resistencia al cambio, pero por motivo de tiempo me referiré a la que creo que es la más importante. La adaptabilidad; es decir, la capacidad condicionada de mirar hacia adelante, que desempeña un papel muy importante, clave, en la adaptación. Ciertamente, uno de los resortes ocultos para luchar con éxito con las situaciones, pueden muy bien residir en el sentido del futuro que posee el individuo. Y desafortunadamente en nuestra actual sociedad, es muy reducido el número de personas que se mantienen a la altura del cambio, logrando formarse un hábito en el hecho de anticiparse al futuro.

MAESTRO: No puedo dejar pasar la oportunidad de preguntarle: ¿Cómo percibe usted la educación del siglo XXI?
A.TOFFLER: Los sistemas educativos deben de adaptarse a los desafíos que afrontarán los chicos de esta nueva era, basándose en dos grandes pilares: Innovación tecnológica y Educación personalizada. Puesto que se están produciendo ciertos movimientos de carácter mundial, que cambiarán para siempre la forma que tenemos para adquirir el conocimiento. Si no somos capaces de adaptarnos a los nuevos retos, alerta utilizando su habitual retórica apocalíptica, “estamos abocados a la catástrofe”. Reafirmo: el panorama de la educación se está redibujando; es decir, adiós a los libros físicos, hola a los ejercicios online, a las tutorías con los padres a través de la red, a los videojuegos sobre los contenidos impartidos, a las simulaciones virtuales…

MAESTRO: Interesante e ilustrativa su charla sobre la educación del futuro. Indudablemente que podríamos pasarnos días y noches hablando sobre este tema; sin embargo, el espacio nos agobia, por lo que le pido como un favor especial, que nos dé la oportunidad de complacer a nuestros lectores con una colaboración más. Sin duda aceptará, continuaremos. Así que hasta pronto. *Fuente: Alvin Toffler, libro: “El Shock del Futuro”. Plaza 6 Janes Editores

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