McALLEN, Texas.- El encarecimiento del dólar frente al peso mexicano ha acortado los horarios en las tiendas del centro de McAllen, bajado las ventas y agilizado los cruces internacionales ante la poca cantidad de visitantes mexicanos.
Un recorrido realizado por este medio en los principales centros comerciales del área encontró además que son muy pocos los negocios que están aceptando la moneda mexicana.
“Mejor no lo tomamos porque tendríamos que tomarlo más caro de lo que está”, dice una empleada de una tienda de productos chinos.
El truque con tarjeta de crédito mexicano ya no es común; aunque el cambio peso-dólar es controlado por la banca, el comerciante puede cobrar una comisión extra previendo pérdidas por la depreciación del peso.
“Eso depende de ellos, del riesgo que vean en las transacciones”, justifica Luis Cantú de la Cámara de Comercio de McAllen.
“Claro que nos está afectando, ya tenemos días que nos están bajando mucho las ventas y nos están dando la salida temprano. No hay gente”, dice Wilma Deándar, empleada de una tienda sobre la calle Main.
Antes de la devaluación de los últimos días, estacionarse en el centro era casi imposible, ahora estacionamientos y banquetas lucen vacíos; hay pocos compradores, muchos de ellos se van como llegan: con las manos vacías.
“Está afectando bastante no hay ventas, no viene gente a comprar, el peso está muy caro, está todo despacio, esperamos que se componga porque si no…”, se queja otra empleada.
El Gerente de una joyería de McAllen, uno de los rubros que más están siendo afectados en este momento pues las joyas están en el último lugar de las preferencias del comprador actual.
Pero así como hay quienes se quejan de lo caro del dólar, otros ven el lado positivo, como Irene Santos, una asidua compradora de productos mexicanos.
Irene viaja una vez a la semana a Reynosa a hacer sus compras: “ahora me rinden más mis dólares”, celebra.
“Para quienes venimos de México esto ya no es negocio, ahora hay que dar más dinero mexicano por un dólar”, dice por su lado Elida Rivera, de Reynosa.
Isaías Mendoza es un operador de autobús que regularmente maneja de Linares, Nuevo León a McAllen. La cantidad de sus pasajeros ha bajado considerablemente
“Si yo que vengo como operador no me conviene, ahora imagínate la gente que viene a comprar”, compara.
Perla (no quiso dar su apellido) dice que ahora se compra menos “pero pues ni modo tenemos que venir a comprar”, aunque dice que las filas en el puente internacional son más cortas.
Una empleada de Casa de Cambio Reynosa, dice que son pocos ahora quienes acuden a cambiar sus pesos por dólares, sin embargo, agrega que las transacciones de grandes cantidades de dólares, no han cambiado.