1.-Yo digo y sostengo que la comparecencia del presidente de la república ante la representación nacional siempre será saludable. Muy mal hicieron los legisladores en rechazar a Vicente Fox en el congreso de donde virtualmente lo expulsaron sin mayor motivo que infantil capricho donde no fue ajeno el PRI. Muy mal insisto, porque entonces sentaron un precedente que ahora lamentamos, justo cuando se insiste en la existencia de mayor desarrollo político. Qué bueno fuera despertar el interés sabiendo que el próximo primero de septiembre habrá debate entre lo más distinguido de quienes dirigen el destino de todos. Por supuesto, sería un debate civilizado, ignorando ataques personales y la violencia verbal que solo es reflejo de complejos y frustraciones. Nada de eso, que la política ha de ser tan prístina cual manantial que transcurre por el virginal bosque recreando el paraíso perdido de los primeros padres Adán y Eva. Hasta ha de creer.
Un debate civilizado digo, como es costumbre en democracias que se precian de serlo, incluso en países más modestos que el nuestro. Oiga, a propósito, Guatemala está dando un ejemplo al mundo de la fortaleza de sus instituciones y el valor para defender dicho patrimonio ciudadano. ¿Acaso no sorprende que al presidente Otto Pérez Molina el congreso le haya retirado el fuero, es decir, la inmunidad, a efecto de que la justicia lo llame a cuentas por actos de corrupción?. ¿Y qué tal en Perú donde el ex presidente Fujimori cumple una sentencia de 25 años por diversos delitos?.
Por otra parte, causa envidia ver al gringo Obama o al gachupín Rajoy enfrentarse en singular debate, respectivamente, con sus adversarios no una vez al año, sino cada mes cuando menos y no pasa nada, porque al final de cuentas se impone el valor de la democracia. ¿Por qué no sucede en México?, ¿cuál es el temor?, pregunto y me pregunto.
Usted dirá que no se quiere poner en riesgo la imagen presidencial. Y tal vez tiene razón. Sin embargo, sería mejor que el hombre se midiera en el terreno parlamentario. Total, con buen manejo publicitario, la mayoría a su favor y la fuerza del poder garantizarían su fortalecimiento. Pero bueno, ésta no deja de ser una tarea pendiente que mucho agradeceríamos se tramitara cuanto antes, sea a la brevedad e ipso facto que no es lo mismo pero es igual.
El asunto es que después de 205 años de iniciada la lucha por la Independencia, merecemos una práctica política transparente, es decir, responsable y de frente a la nación, como que ya es tiempo, ¿no?. Una evidencia sin duda sería la confrontación de ideas, proyectos y posibilidades de convertir a México en el país que todos deseamos sin disfraces, máscaras o simulaciones. “Nomás lo que es”, como diría el ranchero. Tampoco hay que olvidar que la política también es un espectáculo, caro, muy caro, es cierto, pero divertido. Aquí acomodamos los 15 mil millones de pesos exigidos por el Instituto Nacional Electoral para llevar a cabo el proceso del próximo año donde se renovarán doce gubernaturas. “¡No manches guuuue!”, como diría su presidente Lorenzo Córdova.
2.-Mientras tanto, en Orizaba, Veracruz develaron una estatua de Porfirio Díaz y fue en un parque público, lo cual significa que se hizo con anuencia y probable participación de las autoridades locales y pue-que hasta estatales. Recordéis que el vecino estado está gobernado por Javier Duarte, proyectado a nivel internacional sobre todo por sus desencuentros con el periodismo independiente. De esto se deriva justamente que lo interroguen respecto de los hechos en la Narvarte, donde como sabéis, perdiera la vida un reportero gráfico y varias personas más.
Pues bien, se develó la estatua de don Porfis, precisamente el día en que EPN envió su informe al Congreso de la Unión. Eso de las coincidencias vuelven loco al escribidor, motivo por el cual imagina que todo fue como para medir los rencores fallidos de la Revolución, es decir, “pa’ tantearle el agua a los camotes” que mucho tiene que ver con la intención de regresar los restos de “El hacedor del México moderno”, como lo llaman sus fans que todavía los tiene, en especial entre lo más rancio de la aristocracia criolla, misma a la que se facilitan las cosas en considerando que la república casi, casi está en las mismas condiciones en que la dejó el viejo dictador. Con decirle que gobierna un partido al que ni cómo calificarlo de “revolucionario”.
SUCEDE QUE
Alguien debe decir a ciertos alcaldes que están violando la ley al promover su imagen fuera de sus municipios. Decirles, insisto, porque quizá no contemplen las consecuencias legales que se pueden derivar. Por lo pronto es un delito electoral calificado de grave…Por otra parte, el discurso del presidente EPN este miércoles muy al estilo PRI. Entre lo mejor, el anuncio de la creación de la secretaría de Cultura…Mientras tanto, “el bronco” Jaime Rodríguez cumple el compromiso institucional de atacar a López Obrador y no dudéis que en acercándose el 018 lo utilicen como provocador oficial en el mismo sentido. Le digo, ya no hay moral.
Y hasta la próxima.