MÉXICO, D.F.- Sólo tres de cada diez médicos que atienden las salas de Urgencias en todo el País están certificados, lo que impacta en la calidad de la atención a pacientes.
Para el ex presidente del Consejo Mexicano de Medicina de Urgencias, Héctor Sánchez, el reto es resolver la gran carga de trabajo que hay en estas áreas.
La demanda de atención ha aumentado, pero no se ha elevado la creación de infraestructura hospitalaria, además de que las personas no distinguen entre una urgencia “sentida” y una “grave”, es decir, una que pone en riesgo su vida.
Subrayó que el personal de éstas áreas no recibe la capacitación adecuada.
“Sólo 30 por ciento es personal certificado o recertificado, lo que afecta la calidad e incrementa los gastos”, alertó.
La falta de insumos es otro factor que afecta la atención. En una jornada de 11 horas, un médico de Urgencias llega a atender hasta 30 pacientes; el problema, dijo, es que no cuentan con todos los medicamentos.
Hermila Reyes Méndez, actual presidenta del Consejo, agregó que el personal es insuficiente para tener a alguien dedicado a identificar el tipo de urgencias.
“La visión del médico de urgencias es absolutamente diferente. Nosotros podemos identificar cuál paciente se puede ir y atender por consulta externa”, indicó.