1.- “El consumo de las familias mexicanas está creciendo de manera robusta”. Es una linda frase del secretario Luis Videgaray con la que merece iniciar esta columneja.
Mientras tanto la austeridad se convirtió en tema de moda oficial, tanto que los funcionarios se disputan el honor de aparecer en los medios de comunicación en sutil apariencia de modestia republicana, siempre y cuando no se toquen sus haberes y privilegios a lo que tienen derecho por ser los hijos predilectos de la patria. Ya sabéis que en singular comparecencia en la cámara de diputados el titular de Hacienda anunció la reducción del presupuesto para el próximo año en 221 mil millones de pesos con afectación directa a programas sociales como educación en todos los niveles, asistencia médica, aquí incluya todo lo relacionado con el bienestar físico de unos ochenta millones de mexicas que arrastran la cobija por la calle de la amargura. Por lo pronto ya desaparecieron las tiendas y farmacias del IMSS e ISSSTE que de alguna manera significaban importante apoyo a la economía popular. Por supuesto también se anunció el despido de miles y la cancelación de plazas en el sistema federal y una serie de medidas de presunto ahorro que, como dicen los clásicos, “sería prolífico enumerar”.
El asunto es que el golpe de la austeridad pega a las mayorías. Ojo, una de las medidas de alto impacto social será la liberación del precio de las gasolinas que adecuado al costo internacional podría llegar a veinte pesos el litro a partir de enero. Ya imaginará el efecto, sobre todo por el transporte de alimentos. Esta decisión de dejar flotar el precio del combustible contempla la aplicación de un impuesto especial mediante el cual la Secretaría de Hacienda recuperará los 221 mil millones arriba mencionados que ya sin destinatario podrían irse a un fondo de reserva especial. Los malpensados creen que este dinerito bien podría aplicarse en la próxima campaña presidencial del candidato tricolor. Ya ve como es la gente.
Quedamos en que el ahorro es la moda sexenal, tal cual sucede en cada cambio de gobierno. Nada extraña, ni siquiera que las víctimas sean las mismas, como tampoco extraña que para nada se toquen los sueldos de la alta burocracia. Increíble pero cierto, que en un país en bancarrota como el nuestro, los ministros de la Suprema Corte de Justicia ganen poco más de 600 mil pesos mensuales, además de todos los privilegios imaginados. Dicen que sólo de esta manera se garantiza la independencia del Poder Judicial. Mmmmmm.
Tampoco se tocan los haberes del Poder Legislativo. Así los integrantes de la Cámara de Diputados seguirán cobrando alrededor de 200 mil pesos mensuales, además de “dietas”, “primas”, boletos de avión, viajes al extranjero, pago de rentas, celulares, coches, ayudantes, choferes, computadoras, uso gratuito de carreteras y hasta despensas. Mención especial merece la repartición de millonarias cantidades entre las fracciones sin obligación de comprobar ni nada que lo parezca. Es dinero entregado casi en la clandestinidad y repartido a discreción por el líder de la fracción respectiva. No hay noticia de que esto se vaya a eliminar, por el contrario, es una de las “conquistas” que los partidos defienden sobre todo con las uñas. Disculpe la comparación que en este caso no será mera coincidencia.
¿Por qué transcurren los sexenios y la alta burocracia sigue exenta de la austeridad republicana?. Es un misterio que ya lo quisiera el maese Arthur Conan Doyle para otra escalofriante aventura del inmortal Sherlock Holmes. ¿Así o más surrealista es México?.
2.-Y bueno, Alejandro Guevara Cobos es el único de los 500 diputados federales que cuenta con una oficina gestora en la cabecera de su distrito, es decir en ciudad Mante, misma que fue bendecida por la autoridad católica del lugar pero al parecer la bendición principal llegó de Los Pinos. Sea que el muchacho sigue en caballo de hacienda y ni quien lo detenga……Por otra parte, lo que parecía una reingeniería normal en Gobernación resultó todo un escándalo, especialmente por los nombramientos del ex dirigente del PVEM Arturo Escobar y del ex presidente del PRI Humberto Roque Villanueva. Más del primero quien se estrena en la subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana porque encabezó un partido que sistemáticamente violenta la ley electoral, tanto que de manera automática debió perder el registro lo cual no ocurrió justamente por los favores otorgados al PRI avalados por Lorenzo Córdova el presidente del Instituto Nacional Electoral quien prefirió hacerse como Tío Lolo antes que permitir “tamaño atentado a la democracia”. Todo ha quedado en multas que para nada alteran el amasiato con el tricolor. Esto último es la única explicación que encuentra la opinión pública frente a un hecho que significa mucho más que una broma institucional.
En cuanto a Roque Villanueva en esta ocasión el escribidor prefiere dejarlo como un acto humanista hacia un político que por su historia y edad debe batallar para encontrar empleo. A estas alturas del partido este personaje ya no da para más. Con decirle que su roque-señal ya no inquieta ni siquiera a los párvulos de guarderías.
SUCEDE QUE
Sin mayor explicación que “motivos de agenda” se canceló la visita que debió realizar este viernes a varias ciudades de la entidad Andrés Manuel López Obrador. Estas son las cosas que alimentan la desconfianza del liderazgo local de MORENA.
Y hasta la próxima.