MATAMOROS, Tam.- Fue asesinado a golpes un pepenador adicto a las bebidas alcohólicas y quien tenía su domicilio en el poblado Lucio Blanco, cuyo cuerpo fue descubierto tirado sobre el pastizal frente a una vivienda.
El cadáver estaba bocarriba y con abundante sangre en la cabeza.
Vecinos de la calles Oriente, entre 2 y 3, amanecieron con este escenario, ayer.
El fiscal Alfredo Rodríguez González dio fe del occiso.
Sobre el césped yacía el cadáver de Manuel Cerda García, de 64 años. Presentaba un impresionante golpe en la cabeza que se desangró y murió sin que alguien lo ayudara.
Además se apreciaban huellas de haber sido arrastrado por él o los asesinos.
Se le halló una cartera con 20 pesos, una moneda de 10 y otra de 5 pesos.
Manuel se ganaba la vida juntando fierro viejo y botes de aluminio para vender, dijeron testigos.
También traía su credencial de elector por el cual se logró su identidad.
Miladila Cerda Galván, de 35 años, con vivienda en la calle Hidalgo, 3, del citado poblado, lo identificó como su padre. Agregó que el martes por la tarde fue la última vez que vio con vida a su padre.
Ya no supo más de él hasta al día siguiente cuando le fueron a decir que estaba tirado y con sangre en la cabeza.
El Agente Tercero del Ministerio Público, ya dio instrucciones a la Policía Federal Ministerial para que se aboquen a las indagatorias que aclaren el asesinato.