Usted estimada, estimado lector, ¿si recibiera 70 pesos con diez centavos diariamente en qué los gastaría? O más bien, ¿de qué le servirían? Si por ejemplo su familia está compuesta por cuatro miembros por lo menos, ¿podría alimentarlos, vestirlos, darles una casa, educación, diversiones ocasionales, llevarlos al médico, comprar medicinas? “No, pues no”, contestará.
México es uno de los países donde el salario mínimo no alcanza para atender las necesidades de una familia, ni siquiera responde a lo que establece la Ley Federal del Trabajo en cuanto a que con él se pueden resolver “el orden material, social y cultural y para proveer educación obligatoria a los hijos”. Nada de eso es verdad.
Lo que dice esta ley está muy lejos de ser una realidad en este país, entonces, se preguntará, qué afán de fijar un salario mínimo, dicen los expertos que para que sea la mínima cantidad que se le pague a alguien por una jornada de trabajo de ocho horas.
Dicen también que sirve para fijar otras prestaciones como Infonavit o el Seguro Social. Podrá estar bien para eso, pero no para cuestiones prácticas. Así que a partir del primero de octubre la Comisión Nacional de Salarios Mínimos decidió que éste sea de 70.10 pesos diarios en todo el país, lo homologan y desaparecen las zonas económicas A y B en que estaba dividido.
En un país donde un diputado gana por lo menos 74 salarios mínimos por día, o sea cinco mil 187. 40 pesos dia-ria-men-te.
El presidente 6 mil 449.26, el secretario de Gobernación 5 mil 34.96. Pero hay dos colaboradores que ganan más que el presidente de la República, uno es el secretario de la Defensa Nacional, se embolsa diariamente 6 mil 666.90 pesos y el de la Marina es el que más percibe 6 mil 671.30 pesos al día.
Al ver esos exhorbitantes sueldos me pregunto, ¿realmente los devengan? Y es más, ¿realmente se los merecen?
Entonces encuentro otra razón para que en México el salario mínimo esté calculado de esa manera tan injusta y desproporcional. Si precisamente para que los meimbros del gabiente, diputados y senadores nos restrieguen en la cara que ellos pertenecen a otra clase, muy, muy lejana de las personas comunes que son quienes los mantienen.
EL BRONCO PRIÍSTA
Todavía no asume su cargo y ya muestra su verdadera filiación política. Jaime Rodríguez Calderón nunca ha dejado de ser priísta, es otro que se presta al juego del PRI para mantener el poder.
Ya lo hizo Manuel Velasco en Chiapas cuando fue abanderado del Verde Ecologista. Ya lo hizo también Ángel Aguirre que supuestamente se fue al PRD para quedarse con la gubernatura guerrerense y está súper protegido por la administración de Peña Nieto.
Ahora lo hace el llamado Bronco, son las artimañas de las que siempre se han valido para seguir controlando las entidades del país.
En Tamaulipas si se le pone al PRI y ve que ninguno de los que están en la fila para ser palomeados levanta en las encuestas, armará el mismo tinglado que en Nuevo León, revestirá de democracia la entidad, hará de cuenta que hay transición y en realidad no será más que más de lo mismo.
TERMINAR BIEN EL ÚLTIMO AÑO
Norberto Treviño ha estado cinco años al frente de la Secretaría de Salud en Tamaulipas, en tiempos realmente complicados le tocó visitar zonas rurales donde recibió comunicados para que se retirara porque son áreas controladas por la delincuencia organizada.
Dice que este año que le falta seguirá trabajando con todo el entusiasmo que le ha puesto hasta ahora y cree que no habrá problema para entregar buenas cuentas al final del sexenio.
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