México, D.F.- La formación nacionalista-conservadora Ley y Justicia es la ganadora de los comicios generales celebrados en Polonia, según confirmó la comisión electoral polaca, lo que deja el futuro Gobierno del país en manos de un partido considerado euroescéptico y contrario a las políticas de austeridad.
En una conferencia de prensa que se retrasó más de cuatro horas debido a la demora en la recepción de las papeletas, las autoridades electorales ofrecieron los datos del recuento preliminar, que dejan a Ley y Justicia (PiS) con el 37,5% de los sufragios, y a Plataforma Ciudadana (PO) en segunda posición con un 24%.
La comisión electoral no confirmó si este porcentaje de voto permitirá a Ley y Justicia gobernar en solitario, y habrá que esperar a mañana para que se den a conocer los datos definitivos, incluyendo el número de escaños que corresponden a cada formación.
Los sondeos previos daban a PiS una mayoría absoluta con 232 escaños de los 460 que componen el Parlamento polaco.
En todo caso, sí se confirma el fin de un ciclo: el que ha protagonizado el partido liberal de centro-derecha Plataforma Ciudadana, miembro del Partido Popular Europeo, que abandona el poder después de ocho años al frente del Ejecutivo polaco.
Previamente Plataforma Ciudadana ya perdió la jefatura del Estado en las presidenciales del pasado mes de mayo, cuando Andrzej Duda, el candidato vinculado a los conservadores, se impuso al hasta entonces presidente de Polonia, el liberal Bronislaw Komorowski.
Por detrás de PiS y PO, el tercer partido más votado fue el movimiento antisistema-populista del exrockero Pawel Kukiz, con un 8,8%, seguido de la formación ultraliberal Nowoczesna, con un 7,6%, y el Partido Campesino (PSL), con un 5,1%.
¿Ruptura con Bruselas?
Por primera vez desde que se reinstauró la democracia en 1989, la izquierda queda fuera de la cámara baja, ya que la coalición de izquierdas obtuvo el 7,5% de los votos (por debajo del 8% mínimo requerido para que las coaliciones puedan contar con representación).
Si los resultados definitivos de mañana confirman la mayoría absoluta de Ley y Justicia, tal y como ya apuntan los sondeos previos, estaremos ante la primera legislatura en la historia de la democracia polaca tras 1989 en que un partido podrá gobernar en solitario.
Ley y Justicia es un partido con un programa económico de izquierdas, y una agenda cultural y política propia de una derecha muy conservadora.
La candidata de este partido a presidir el Ejecutivo, Beata Szydlo, ha propuesto durante la campaña electoral aumentar el gasto social, elevar los impuestos para quienes ganan más o renacionalizar los sectores estratégicos, un programa económico que le ha valido el total apoyo de los sindicatos locales.
Refugiados y el euro
Pero al mismo tiempo, PiS es reacio a recibir refugiados, combativo con las minorías sexuales, los feministas, liberales y, en general, con cualquier colectivo que choque con los postulados de la iglesia Católica, lo que le ha llevado, por ejemplo, a oponerse a que la sanidad polaca financie la fecundación in vitro.
Esta combinación de ideas de izquierda y derecha es relativamente común en la tradición política polaca, aunque pueda resultar incomprensible en otros países europeos.
Un gobierno en manos de Ley y Justicia anticipa desavenencias con Bruselas, especialmente en lo que se refiere a cómo solucionar la llamada crisis de los refugiados y en la futura adhesión de Polonia a la zona euro.
Aún queda por ver si un Ejecutivo conservador aceptará la cuota de 7.000 refugiados negociada por la actual primera ministra polaca, la liberal Ewa Kopacz, semanas atrás.
No hay que olvidar que el presidente de Ley y Justicia, Jaroslaw Kaczynski, alertó días atrás del riesgo sanitario que pueden suponer los refugiados que llegan a Europa, y llamó a reforzar el control sobre los desplazados.
Sobre la adhesión al euro, Ley y Justicia sostiene que Polonia sólo debería unirse a la moneda única cuando su nivel de vida alcance la media comunitaria (actualmente el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita polaco se sitúa en torno a un 30% por debajo de la media de la UE) y, además, considera que la cuestión deberá someterse a referéndum.