La realidad del internet y de sus espacios de expresión colectiva, constituyen todo un desafío para cualquier poder establecido. La gente vuelca todo lo que trae en materia de frustraciones, impotencia y rencor social. Y existe un denominador común que se traduce en una rebelión contra todo lo que huela a autoridad.
En el caso del PRI, como partido mayoritario en Tamaulipas, seguramente resentirá los embates de este fenómeno de masas, cuyo fortalecimiento, a juzgar por todo lo que provoca, será un factor adverso en las elecciones locales del 2016.
Dentro de esta preocupante vulnerabilidad se inscribe el fracaso del llamado PRI MX, surgido en el 2013 y comandado por jóvenes, cuya misión estratégica era la de fortalecer la presencia del priísmo en los espacios virtuales. Y atraer a un mayor número de ciudadanos a las posiciones del mencionado partido.
Veamos: en la actualidad, Tamaulipas cuenta con un padrón de casi dos millones y medio de electores, (dos millones,498 mil). El dirigente de este partido en la entidad, Rafael González Benavides, tiene apenas 6 mil 365 me gusta en su portal de Facebook. El priísta mejor posicionado en las redes sociales, es el matamorense Marco Antonio Bernal Gutiérrez, con 128 mil 833 preferencias.
Sin embargo, ni siquiera juntando todos los números de los priístas más distinguidos en el estado, se logra llegar al 20 por ciento del padrón de electores tamaulipecos. Este dato, resulta de lo más preocupante, pues nos dice que el PRI está desdeñando la estrategia virtual y que en la elección por la gubernatura del 2016 este partido va a dejar suelto el tema de las redes sociales.
En este contexto, simple y llanamente el PRI no ha podido penetrar y convencer a los sarcásticos y agresivos ciudadanos.
VIOLENCIA JACOBINA
Existen ismos polémicos que dividen opiniones. Pero solo uno logra unificar a toda la humanidad del planeta, lamentablemente en contra: el terrorismo. La tarde del viernes, México fue asaltado por una noticia violenta y profundamente conmovedora. La ciudad de París, joya emblemática de la cultura y el noctambulismo europeo, fue sometida a una repentina jornada de sangre y asesinatos masivos, perpetrados por grupos terroristas.
Los grupos islámicos extremistas, colocaban una vez más de rodillas a la sociedad europea. Y una pregunta recurrente ocupaba de nuevo el centro de la mesa: ¿Cómo es posible que la seguridad de primer mundo sea vulnerada de una manera tan alarmante? Naciones como Estados Unidos, Inglaterra y ahora Francia siguen siendo blanco del odio fundamentalista, más enconado de la historia.
Semánticamente, el terrorismo tiene un origen mitológico. Ares, el Dios de la guerra en la Grecia antigua, tenía dos hijos: Phobos y Deimos, (Miedo y Terror). Más adelante, en el devenir del tiempo, el concepto más explosivo de nuestra era, ha abandonado el origen fantástico del mito, para convertirse en justificación de los conflictos entre la humanidad.
Algunos teóricos del poder, como Maquiavelo, aseguraban que era más conveniente ser temido que amado. Irónicamente, el concepto moderno del terrorismo, tal y como ahora se vive, nació en la revolución francesa, con la violencia absurda y jacobina desatada por personajes como Robespierre, un dirigente que ejecutaba a sus enemigos sin darles oportunidad de ser oídos en juicio.
Todos salen perdiendo con el terrorismo. Pierden los ciudadanos franceses, pierde el turismo por las restricciones que seguramente habrá a partir de ahora. Pierde la política, como expresión civilizada de convivencia.
Ayer en los medios, se hablaba de poco más de 130 muertos, en el viernes negro parisino. Sin embargo, aquí en México, durante el gobierno de Felipe Calderón tuvimos más de 121 mil cadáveres. En el último año de gobierno panista se cometieron en promedio 71 homicidios. Pero en el de Peña, tampoco cantan tan mal las rancheras, con cifras de 30 y hasta 52 víctimas de la violencia.
La violencia sigue siendo el enemigo más implacable de nuestro tiempo.
POSDATA: Después de que por mucho tiempo se promocionaron ellos solos, hoy los diputados locales decidieron hacer equipo con el gobernador, y reconocer su liderazgo, resaltando sus políticas sociales, en materia de salud y educación.
