Uno de los problemas que habrá de enfrentar el PAN en la cercana sucesión política estatal del 2016 de Tamaulipas es la falta de figuras políticas de renombre y arrastre entre la ciudadanía, problema que obligará a los jerarcas a postular a candidatos externos o a propios muy limitados.
En la zona sur la insuficiencia de aspirantes con ese perfil es notable.
A excepción de Tampico, en el que hay varios prospectos que tienen las simpatías para pelear al tú por tú al PRI el gobierno de la ciudad y las curules locales que estarán en juego en los próximos comicios, en estos momentos Germán Pacheco Díaz, Jesús Nader Nasrallah y el regidor Miguel Pérez Álvarez, en Ciudad Madero no hay mucho de donde escoger.
Fuera de Agustín De la Huerta Mejía, que ha sido ya dos veces a candidato a la presidencia municipal, y de algunos ex diputados, como Fernando Fernández De León y el dirigente municipal, Óscar Morado Gámez, las cúpulas blanquiazules van a verse en aprietos para armar una fórmula triunfadora en el actual proceso electoral, situación que se torna doblemente complicada porque la ley electoral exige que la mitad de los abanderados tendrán que ser mujeres.
En Altamira anda en las mismas que en la urbe petrolera.
En este municipio no les queda de otra a los panistas que recurrir a un contendiente externo o esperar que algún priísta resentido que se quedó en el camino de la selección de los aspirantes a alcalde y legisladores, acepte defender la bandera de Acción Nacional sólo para cobrarle la factura al tricolor, porque en las actuales circunstancias todo parece indicar que la tierra que gobierna Armando López Flores continuará en poder del ex partido oficial.
Postular de nueva cuenta en Tampico a María Elena Figueroa Smith, a la ex regidora Graciela Guadalupe Tovar Trejo, a la ex dirigente Hilda Margarita Gómez, o a cualquier militante sólo para llenar el hueco pero sin el peso ni la presencia necesaria para aportar sufragios, he ahí uno de los puntos flacos que va a afectar negativamente a quien sea, al final de cuentas, el candidato candidata a gobernador, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, Carlos Cantú Rosas Villarreal o Leticia Salazar Vázquez.
Porque quienes en vez de allegarle votos al candidato a gobernador tratan de subirse al camión del que resulte el elegido para ganar alguna alcaldía, asiento del poder legislativo estatal, una posición en los futuros ayuntamientos y conectarse al presupuesto público, que no son pocos, eso para lo único que serviría sería para obstaculizar un eventual triunfo blanquiazul e impedir que el partido político de la derecha capitalizara plenamente el acentuado rechazo social a los gobernantes del ex invencible.
Cambando de tema, la aprobación del Congreso tamaulipeco, sin incrementos, de las leyes de ingresos de trece municipios
de la entidad, entre los que se encuentran los de Tampico, Madero, Altamira, el Mante, Matamoros y Reynosa, revela que el
año electoral que está a punto de iniciarse será sumamente austero, ya que, como los diputados impidieron a los alcaldes elevar impuestos para no dañar la economía popular, pero sobre todo para reducir el riesgo de votos de castigo contra el Revolucionario Institucional, van a disponer de poco dinero para cumplir los compromisos adquiridos con la
comunidad.
Y eso no es privativo de Tamaulipas, la caída de los ingresos a causa del desplome de los precios del petróleo es como la kriptonita para Superman para aquellos países que, como México, tienen una economía petrolizada, que va a afectar económicamente por igual a todos los Estados, sean estos gobernados por el PRI, por el PAN o el PRD, aunque políticamente sólo a aquellos en los que se elegirán nuevos gobernadores, alcaldes y diputados locales.
No obstante la difícil situación, a los que parece que no les ha ido tan mal es a los que tienen negocios en el Paseo de la Cortadura pues a decir de la presidenta de comisión de turismo del cabildo tampiqueño, Adriana Moses Kawachi, alrededor de 19 mil paseantes, de los 153 mil 633 que visitaron el puerto, asistieron al sitio y a los recorridos de las lanchitas a lo largo del año.