TAMPICO, Tamaulipas.- Este domingo fue abierta al filo de las 12:00 horas la «Puerta Santa o de la Misericordia» en la Catedral de Tampico por el Obispo, José Luis Dibildox Martínez; evento que sólo se desarrolla cada 25 años.
Ante ello, cientos de católicos desde muy temprana hora se congregaron afuera de la Catedral de la Inmaculada Concepción, dispuestos a dejar a tras el pecado y entrar a una nueva vida creciendo en el amor de Dios.
Tras una explicación por el Obispo José Luis Dibildox, del porqué esta puerta sería abierta, los fieles formaron dos filas, una a cada lado de la puerta para posteriormente proceder a su apertura.
Ya adentro inició una misa, donde explicó el significado del evento y las razones por las que el Papa francisco solicitó que se desarrollaran estas actividades en todo el mundo.
«Extraordinario lo que pidió el Papa Francisco para que pidamos la misericordia de Dios. Esto nos trae al año de la Misericordia y cómo podemos ejercerse esta hacia con los demás, primero teniendo una experiencia con Dios, acercándonos al sacramento de la reconciliación y le pedimos a Dios perdón, ahí es experimentamos la misericordia de Dios».
Por ello, señaló que para alcanzar el perdón primero se debe reconocer que Dios es compasivo, dispuesto a perdonarnos nuestros pecados siempre que nos arrepintamos sinceramente y acudamos a él.
«La apertura de la Puerta Santa nos invita al arrepentimiento de los pecados. Les recuerdo que es solo una vez al día, no vayan a pasar 20 veces, la indulgencia plenaria se logra solo para uno mismo, después tiene que confesarse, comulgar y hacer oración por las intensiones del santo padre. Se puede hacer indulgencia plenaria por los difuntos».
Comentó que se trata de una gracia especial que Dios nos da perdonando los pecados, una manera especial para ello es la indulgencia plenaria.
«Ya esta abierta la puerta pueden cruzar todos los días y aplicar esa intensión por ustedes mismos o bien por un difunto», indicó.
Finalmente invitó a ejercer esa misericordia y pasión por los demás, tratando de evitar sentimientos contrarios con los demás «porque Dios no lo tiene para con nosotros y tendremos la conciencia tranquila e iremos creciendo en el amor de Dios», concluyó.
