22 diciembre, 2025

22 diciembre, 2025

Laberintos del poder

Guadalupanos

Laberintos del poder

Como acostumbro los domingos, abordo un tema que aunque algunos le quieran dar un tono político, se acuna en lo espiritual.

Por nacimiento, por alimento y por sentimientos, soy, lo reconozco, un católico confeso. A mi manera, pero católico.

Crecí en el seno de una familia obsesionada por rendirle culto a la Virgen de Guadalupe. Era tanta la devoción de mis padres y de sus hermanos y hermanas a ella, que llegué a pensar en mis años infantiles que esa figura y no Dios o por lo menos Jesús, era el centro de la religión que se profesaba en los casi incontables hogares que formaban mis parientes.

Es ésta, una historia repetida en millones de familias mexicanas. Reverenciar a la virgen morena era tan importante –espero me perdone Moisés– que hacerlo hubiera podido convertirse en una especie de onceavo mandamiento divino, el cual podría haberse escrito, algo así, como “adorarás a la guadalupana por las mañanas, tardes y noches”. Y todos lo hubiéramos repetido.

Con esa base histórica y pleitesía hacia ella, esa imagen ha acompañado a nuestro país y a quienes en él nacimos. Es imposible negarlo y no concibo que alguien lo pueda intentar siquiera.

En lo personal, hago votos porque ese fulgor sobreviva. Lo deseo, porque escuchar los rezos dedicados a su reinado es también oír a mi padre en las únicas y bellas ocasiones que lo vi de rodillas ante alguien o algo. Es volver a ver a mi alegre abuela con una mantilla tejida por ella en la cabeza y un rosario en sus manos. Es regresar a la explanada de la vieja Basílica y atragantarme de tamales,
atoles de sabores y gorditas de azúcar. Es mirar nuevamente a mi prolífica y bulliciosa familia reunida. Es volver a mi infancia, en donde se quedó, también lo confieso, gran parte de mi fe.

Desde aquí, una oración –a mi manera– para la guadalupana…

¿DÓNDE ESTÁN?
A partir de mañana lunes, me permito extenderle a los padres de familia, una recomendación sobre sus niños en edad escolar. En especial, quienes cursan el nivel de educación secundaria.

Mañana se iniciará la semana final del curso lectivo en lo relativo al 2015. Las vacaciones empezarán, conforme al anuncio oficial de las autoridades del ramo, el próximo 18 de este mes.

¿Cuál es la recomendación?
Si no es usted alguien que acostumbre entregar y recoger directamente a sus hijos, no confíe en que ellos estén en las aulas durante toda la mañana. Una gran parte de los planteles dedican sus agendas decembrinas a festejos, intercambios de regalos, posadas y una serie de actividades de entretenimiento con las cuales los directivos, terminada la fase de enseñanza, sólo intentan cumplir una etapa de los 200 días del ciclo.

Es una escena cíclica: Las calles y parques públicos de la ciudad se atiborran de uniformes escolares, ya sea por la salida temprana de los festejos o bien porque sencillamente los alumnos no acuden a ellos, ante la ausencia de un control sobre la asistencia. Y es aquí donde aparecen los riesgos.

Una buena parte de los padres no saben en donde están sus hijos durante horas. Para ellos están dentro de los muros o límites de la escuela y buena parte de las mañanas se convierten en “zona muerta” de control sobre las niñas y niños. Cuidado.

Infórmese en forma directa en la escuela cuál es el programa diario de actividades y si hay festejos, conozca sus horarios. En las actuales condiciones sociales, siempre será mejor prevenir que lamentar…

Twitter: @LABERINTOS_HOY

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