Lo que está ocurriendo en Tamaulipas, de cara a las candidaturas del 2016, obedece al enfoque hegemónico de la ciencia política contemporánea, cuyo patrón es el de acotar radicalmente la participación ciudadana, convirtiéndola en mera comparsa de las urnas. A partir de los siguientes párrafos, buscaremos explicar, pero jamás justificar esa perversa lotería de las nominaciones internas,
galopantes tanto en el PRI como en el PAN, la izquierda y los membretes rémoras del sistema.
Para ello echaremos mano de las elaboraciones teóricas de Joseph Schumpeter, un economista austriaco que incide en la cultura política estadounidense de la posguerra.
El trabajo del mencionado científico del poder se mueve en torno al eje económico y de sus élites, como reguladores de la democracia en los últimos cincuenta años.
Sus formulaciones se dan en la siguiente dirección: la democracia que vivimos se apega al guión de la economía de mercado. Esto implica el dominio de una oligarquía electoral, donde los partidos definen las reglas de la lucha por el poder, la calendarizan, pero ante todo se mantienen como los que controlan los recursos públicos. Los votantes no cuentan con suficiente información y deciden solamente en función de los candidatos que el sistema de partidos les impone.
Lo anterior da lugar a una lucha entre élites —en nuestro caso el PRI, el PAN, el PRD o Morena— por los votos de la ciudadanía. Bajo esta realidad, los partidos son los que mandan, y los ciudadanos sólo participan en las urnas. Las demandas de la sociedad, regularmente son restringidas y manipuladas por parte de políticos profesionales. Evidentemente, se trata de una cultura donde predominan los privilegios del poder real y las instituciones ocupan un papel secundario.
Obviamente se garantizan ciertas reglas de competencia electoral. A los partidos les interesa mantener dichas normas, porque saben que obtienen grandes prebendas económicas. Y además son beneficiarios de la alternancia. Si en una ocasión pierden, en la otra pueden ganar. Todo ello sobre la base de defender la súper estructura legal. Mientras tanto, la sociedad civil sólo opera como un comprador regulado y restringido de las propuestas políticas partidistas.
El monopolio de las iniciativas se encuentra en las manos de las élites políticamente organizadas. En otras palabras, hablamos de una oligarquía política que cíclicamente compite entre sí por el botín de los
privilegios, y sólo cede a la sociedad un papel electorero. De ahí que la irrupción de los llamados candidatos independientes sea vista como una verdadera amenaza a esta jefatura ejercida por la partidocracia.
Nuestra democracia, la que ahora estamos viviendo, es solamente un instrumento y un método para dirimir las disputas oligárquicas.
Sin embargo, al final, Schumpeter concede que el sistema actual de partidos es susceptible de ceder paulatinamente a una mayor autonomía de la sociedad civil y de los derechos ciudadanos.
¿Cuántos años tendrán que pasar? No lo sabemos.
“LA SOCIEDAD SE SIENTE INSEGURA, TAMAULIPAS REQUIERE ATENCIÓN”, DICE BERNAL
¿De dónde viene la fuerza de Marco Antonio Bernal?, se pregunta el aspirante priísta a la gubernatura, y enseguida el mismo responde: “Viene de mi currículum de político tamaulipeco limpio, que no tengo nada que esconder y que soy congruente con lo que pienso y lo que hago, a favor de la ciudadanía. Me gustan las cosas directas y sin maquillaje, bajo esa tónica estoy recorriendo Tamaulipas, y hasta ahora he saludado a más de 60 mil tamaulipecos”.
¿Qué le han dicho, que le han planteado?, le preguntan a Marco, y sin titubear responde: “La gente me ha dicho que se siente insegura, que no se siente tranquila en la calle, y lo que la sociedad reclama es que los escuchen, la sociedad reclama atención, eso es lo que han dicho los tamaulipecos”.
Con lo anterior, el prestigiado político tamaulipeco ha decidido enfrentar el tema duro de la inseguridad, diciendo las cosas por su nombre, y sin andarse con rodeos. “Yo vengo a hacer mi chamba, quiero ser candidato y quiero ser gobernador”, afirma Bernal, y con ello responde a quienes consideran que declinará de su proyecto.
LOS DOS ALEJANDROS SIGUEN EN LA PALESTRA
Mientras que Alejandro Guevara realiza un recorrido por los municipios del estado para agradecer la participación de la gente en su encuesta “Qué Opinas Tamaulipas”, (el viernes estará en Matamoros, Río Bravo y Nuevo Laredo), su tocayo Alejandro Etienne dio a conocer que se ha beneficiado a más de trece mil familias con recursos de PROSPERA, Hábitat y la Cruzada Nacional contra el Hambre. “Me gusta pensar que sí se puede, que si podemos construir mejores horizontes para Tamaulipas”. Aunque totalmente opuestos hasta en personalidad, ambos Alex siguen arriba del caballo sucesorio.




