Ya se ha insistido mucho en que todavía no hay nada escrito en el tema de la sucesión gubernamental.
La lista no sólo no se acorta, sino que se alarga con los “destapes” de algunos que se consideraban ya muy retrasados en la competencia.
Así podría describirse el caso de Ramiro Ramos Salinas, el pastor congresal que se siente con posibilidades de convertirse en el candidato a la gubernatura. Y para ello empezará a recorrer el estado presentando un libro que contiene algo así como sus propuestas para que Tamaulipas alcance el desarrollo deseado.
Si bien, el diputado local parecería condenado al papel de comparsa, vale la pena destacar que al menos eligió un método más original y productivo que el resto de los aspirantes.
Particular atención merece la labor que han realizado los dos Alejandro, que por cierto estarán en Matamoros el fin de semana. Guevara Cobos y Etienne Llano son dos de los aspirantes a los que se mencionaba con más insistencia, incluso antes de que comenzara este año al que ya le quedan sólo dos semanas de vida.
El ahora diputado federal compitió por esa posición pensando en el 2016 y el alcalde de Victoria se las ha ingeniado para acomodar su agenda y reforzar su proyección estatal.
A lo largo de este año se les ha intentado descalificar de la contienda y darlos por muertos.
Ya sea por estrategia o por su capacidad de resistencia, los dos llegan a la recta final enviando el claro mensaje de que están en la competencia y con amplias posibilidades. Porque los adivinadores
profesionales de Tamaulipas no se han puesto de acuerdo en cuál factor ponderar para establecer que tal o cual es el bueno.
A estas alturas, por ejemplo, todavía resulta ocioso intentar medir la fuerza de los aspirantes por la lista de nombres de quienes los acompañan en los diferentes eventos que realizan a lo largo y ancho de la geografía estatal.
Porque ya ha quedado bien claro que los que un día apapachaban a Alejandro Guevara Cobos, al otro día le aplauden a Marco Antonio Bernal Gutiérrez, una semana después le levantan la mano a Alejandro Etienne Llano y en el Facebook por las noches muestran su apoyo a Baltazar Hinojosa Ochoa.
Por otro lado, están los que van voluntariamente a fuerzas a los eventos porque así se los indica quien quiera que sea su jefe formal o político.
Es decir, tan abierta está la competencia, que hay todavía muy pocos comprometidos con determinado proyecto. Políticos, empresarios y demás interesados siguen a la expectativa, esperando una señal que les permita subirse al barco ganador.
Como ésta todavía no llega, sino por el contrario, desde la cúpula se alarga el compás de espera, no sería arriesgado apostar que este fin de semana, en Matamoros veremos caras repetidas el viernes en el evento de Guevara Cobos y el sábado en el de Etienne Llano.
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