La designación de Enrique Serrano Escobar como virtual candidato del PRI a gobernador de Chihuahua, un militante identificado como miembro distinguido del grupo de actual mandatario de aquel Estado, César Duarte, es un ejemplo de que no siempre es el prospecto del centro el que gana el proceso selectivo tricolor.
El favorecido con la candidatura priísta, alcalde de ciudad Juárez, dejó en el camino a otros nueve aspirantes, quienes, no obstante, se han comprometido a sumarse al proyecto del elegido que se registrará este miércoles, la víspera de la navidad y de la noche buena, como candidato único o de unidad.
Aunque las contiendas internas son distintas en cada entidad, lo sucedido en Chihuahua ha fortalecido la idea, también el optimismo de los amigos del gobernador Egidio Torre Cantú y del alcalde de victoria, Alejandro Etienne Llano, de que en Tamaulipas la carrera priísta corra una suerte similar y en la primera quincena de enero se defina también en beneficio del poder local.
Como ocurrió también a principios de año en el Estado de Nuevo León con la postulación de la aspirante local Ivonne Álvarez Ortega, quien, lamentablemente, perdió la contienda constitucional ante Jaime Rodríguez Calderón, el famoso Bronco, a consecuencia del hartazgo de los neoleoneses contra régimen del priísta Rodrigo Medina, al que los votantes le cobraron la factura el día de la elección.
¿Permitirán en los Pinos al poder local tamaulipeco designar al candidato, como en Chihuahua y Nuevo León, o será un abanderado del centro, Baltazar Hinojosa Ochoa o Marco Antonio Bernal Gutiérrez, el
que se adjudicará la sucesión estatal? No se sabe, pero en tres semanas o a lo mejor antes de que concluya el 2015, podría despejarse la incógnita.
Mientras se conoce el desenlace, el alto mando nacional del PRD aprobó alianzas con el PAN en los Estados de Durango y Zacatecas, en el primero el candidato será perredista y en el segundo
blanquiazul. El caso de Tlaxcala aún no se define, sin embargo, ante los problemas que han planteado las negociaciones y las circunstancias políticas estatales, existe la probabilidad de que se opte por una candidatura común para superar las dificultades y concretar la coalición.
Sin embargo, ante las celebraciones de la navidad y el fin de año, la cúpula del Partido de la Revolución Democrática permanecerá en receso 13 días el cual levantará el 5 de enero para analizar las eventuales alianzas de Veracruz y Tamaulipas.
El Partido del Sol Azteca, a propósito, sacó al balcón a dos aspirantes independientes que se proponen disputar al ex invencible la mini gubernatura veracruzana de dos años.
A decir del partido político de izquierda, tanto el ex senador Gerardo Buganza Salmerón como Juan Bueno Torio, los dos ex panistas, que anunciaron que participarán en la contienda por la vía apartidista, no son auténticos prospectos ciudadanos, como aseguran, sino aliados encubiertos del PRI que entrarán a la lucha para dividir el sufragio y favorecer al Revolucionario Institucional, pues es la única opción que tienen los priístas para conservar al gobierno, tras la desafortunada gestión de Javier Duarte de Ochoa.
En el ámbito local, por otra parte, siguen los destapes. Como lo hiciera el lunes Guadalupe González Galván en Ciudad Madero, ayer tocó el turno al municipio de Altamira. El también ex alcalde, Pedro Carrillo Estrada, expresó igualmente el interés de competir en la entrante jornada electoral, pero no como candidato a presidente, sino a diputado local.
¿Por qué no busca otra vez el ayuntamiento?
Por la simple y sencilla razón de que su sobrina, la subdelegada de la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno del Estado en la población, Griselda Carillo Reyes, anda tras el cargo de Armando López Flores. Y, porque además de que se vería terriblemente mal una fórmula integrada por dos miembros de la misma familia, seguramente se ganaría el rechazo de la mayoría de los electores.
Hablando de la tierra de Cuco Sánchez, el jefe edilicio supervisó ayer el avance de las obras de electrificación que se llevan a cabo en beneficio de las olvidadas comunidades rivereñas del río Tamesí, que al fin contarán con el vital servicio.
