Cuando Alvaro Garza Cantú era alcalde de Tampico, se empeñó en sacar adelante un proyecto que marcaría un antes y un después a la historia de la ciudad: el saneamiento y el rescate de la Laguna del Carpintero.
Hasta 1990, es decir, no hace mucho tiempo en realidad, Tampico era una ciudad que apestaba. Y eso era literal.
La Laguna del Carpintero era el vertedero de las aguas negras de múltiples colonias y sectores. Todo a su alrededor generaba un olor nauseabundo, era una inmensa alcantarilla con aguas negras.
Esa realidad era insoportable para una ciudad que, como Tampico, quería volver a tener ‘la estrella’ y el crecimiento de otros tiempos ya lejanos, provocados por ‘el boom’ petrolero de las primeras dos décadas del siglo 20.
‘Don Alvaro’ (él sí se ganó con trabajo, esfuerzo y dedicación el ‘don’) se comprometió a tocar todas las puertas posibles del gobierno federal a fin de sanear y rescatar la Laguna del Carpintero.
Al presentarse en las oficinas centrales de la entonces denominada Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE) en el primer tramo del sexenio salinista, Alvaro Garza Cantú platicó con el oficial mayor de la dependencia y le presentó el proyecto.
Ese oficial mayor era… Marco Antonio Bernal Gutiérrez. Ahí se conocieron. Ahí conversaron largo y tendido sobre lo que urgía por resolver en tierras jaibas. Al fin tamaulipeco, el funcionario federal se sintió identificado con la necesidad de sacar adelante el plan y empujó con todo para obtener los recursos económicos.
Así se dio el saneamiento de la Laguna del Carpintero, con el aval de Marco Bernal, un personaje identificado con el grupo de Luis Donaldo Colosio, quien, tiempos después, sería designado candidato a la presidencia de la república. Dos disparos perpetrados en Tijuana le impidieron llegar a Los Pinos.
Esa fue la forma, en un contexto de trabajo, como nació una sólida relación de amistad entre Alvaro Garza Cantú y Marco Antonio Bernal Gutiérrez. Desde entonces tejieron y confeccionaron proyectos juntos. Algunos los concretaron, otros no y… unos más se encuentran en proceso de llevarlos a cabo.
Por ello, la posada navideña realizada el pasado lunes en las Canchas Gemelas del popular sector Infonavit por ‘Los Amigos de Alvaro’ tuvo como invitado especial a Marco Bernal.
El evento registró una muy buena asistencia durante las 3 horas y media que se prolongó, algo difícil de lograr. Bien organizado, el grupo alvarista demostró poder de convocatoria.
Como era de esperarse, Alvaro Garza Cantú estuvo en primera fila. Ahí esperó la llegada, minutos después, de su amigo y compadre Marco Antonio Bernal, actual secretario general adjunto del CEN del PRI.
Al tomar la palabra, el ex senador y ex diputado federal fue breve, conciso y directo. Emocionado, expresó: ‘No les voy a echar mucho rollo, nada más les voy a decir una cosa: los quiero mucho, me siento de Tampico, me siento de Altamira, me siento de Ciudad Madero’.
Luego, Marco Bernal comentó algo que lo conecta con el sur de Tamaulipas: ‘Aquí, en esta tierra, nació mi madre, aquí creció, aquí se educó, aquí vive mi familia… tía, gracias por estar aquí, aquí vive mi familia, yo a ustedes los adoro’.
El matamorense puntualizó: ‘Quiero ser gobernador de este estado y para eso los necesito a cada uno de ustedes, los necesito a todos y cada uno de ustedes’.
Y para ser gobernador de Tamaulipas, se requiere ser un hombre limpio, honesto, transparente, confiable. Vaya, que no sea investigado ni por la PGR, ni por la DEA, ni por la CIA.
Marco Bernal puede presumir que es un hombre limpio y que por eso puede ser gobernador del estado.
LA TERNA FEMENIL PARA LA DIPUTACIÓN
Mónica Villarreal Anaya, Paloma González Carrasco y Bárbara Illoldi Mendiolea son las damas que integran la terna priista que busca la candidatura a la diputación local por el Distrito 22, que comprende la zona sur de Tampico.
Es una realidad que Mónica Villarreal Anaya lleva la delantera. Así lo dicen varios sondeos. Con su estilo persistente y discreto, ‘Mony’ va muy bien.
Sin embargo, como suelen ser la política y el béisbol, ‘esto no se acaba, hasta que se acaba’. Así, Paloma González Carrasco se mueve… y si no es diputada local, puede enfilarse hacia una regiduría dentro de las primeras posiciones de la próxima planilla tricolor al Cabildo.
Por su parte, Bárbara Illoldi sigue con vida en la competencia, si bien parece ir atrás. La doctora es una mujer competente en el servicio público y el quehacer político, de eso no hay duda.
Las tres han recibido oportunidades para desarrollar su trabajo con responsabilidad y creatividad. Ya veremos qué les espera a las tres en el 2016.
