MÉXICO, D.F.- Este sábado 26 de diciembre, familiares de los 43 normalistas desaparecidos realizarán una procesión de la Catedral Metropolitana a la Basílica de Guadalupe a partir de las 16:00 horas al sumar 15 meses sin tener noticias del paradero de los estudiantes.
“Nuestra protesta será simbólica, de tipo religioso”, comentó el abogado Vidulfo Rosales, no sin antes destacar que demandan un compromiso político de parte del Ejecutivo federal para que la nueva Unidad de Investigación del caso Ayotzinapa, desde la Procuraduría General de la República y con apoyo del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, “pueda hacer su trabajo”.
“No es fácil, pues la Unidad deberá investigar a policías federales, a elementos del Ejército mexicano, tendrá que investigar a la clase política de Guerrero y ésta, es una clase política que tiene poderes fácticos y por ello se requiere de la fuerza política federal y de todas las garantías de que la Unidad Especializada para el caso Ayotzinapa de la PGR hará todo su trabajo. De lo contrario no tiene sentido su propia existencia si no va a tener la fuerza, la legitimidad y la autoridad para poder investigar a quien sea.
La investigación de la desaparición de los 43 alumnos de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, de Ayotzinapa, Guerrero, “ha tomado otras direcciones, más allá del basurero de Cocula”, señaló el integrante del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Guerrerense “Tlachinollan y defensa de las familias de los normalistas desaparecidos.
Tanto el grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como los familiares y su defensa esperan que antes de que termine el segundo periodo del GIEI, entre marzo y abril, se “intentará dar con el paradero de los muchachos”, insistió el abogado Rosales.
20 de 52 elementos de la Unidad Especializada, desde peritos hasta policías, ya están nombrados y trabajando, realizando varias diligencias y afinando el plan que entregaron los expertos en esta nueva etapa de investigación y coadyuvancia, donde se detallan lugares y estrategias de búsqueda.
Por lo pronto, al cerrar el 2015, los familiares de los normalistas desaparecidos y sus defensores advierten “un deterioro de la calidad de vida” en Guerrero, hay un “crecimiento exponencial de la violencia política y una violencia imparable de la delincuencia organizada. Además, agregó el abogado Rosales, no se revierte el empobrecimiento de la gente pese a las políticas públicas que se implementan sexenio tras sexenio.
“Pese a lo que hemos vivido, yo aun no he renegado que existe la Virgen de Guadalupe y que existe un Dios que me va a hacer el milagro”, dijo el señor Emiliano Navarrete, papá de José Ángel, uno de los normalistas de quien se perdió rastro hace 15 meses cuando fueron detenidos por policías municipales de Iguala, Guerrero, mientras alista su marcha de este sábado por la tarde a la Villa. “Es una manera de alimentarnos espiritualmente”, reconoció.