Mientras en el PRI siguen las patadas por debajo de la mesa entre los tres o cuatro finalistas por la candidatura a la gubernatura y el que salga va a tener que usar fuertes cantidades de ‘lonol’, en el PAN donde dan por descontado que el candidato será Francisco Javier García Cabeza de Vaca, el senador y los suyos se alistan para acoger a los heridos de la batalla tricolor, curarlos y ponerlos a trabajar por la causa azul.
Así es mis queridos boes, la falta de reglas en una contienda interna del PRI como la que la que está por finalizar, el golpeteo ha traído como consecuencia que haya grupos de operadores, financieros y activistas que tienen listas las maletas para emigrar si su gallo no es el designado esta semana.
Desde ahora les puedo asegurar que la levantada de mano al candidato que se designe desde Los Pinos no será unánime y que por lo tanto habrá muchas caras largas y sonrisas fingidas una vez que se les obligue a posar para la foto de la ‘unidad’ que será tan falsa como un billete de 3 pesos.
Y es que los personajes de los llamados del centro están tan enfrentaros que no habrá poder humano que los haga trabajar en pos de la candidatura de uno de ellos cuando tengan candidato.
Desafortunadamente para el PRI las animadversiones han sido transmitidas a sus equipos y ahí abajo es menos posible que se den la mano.
Los que hayan tenido chance de hablar con los aspirantes lo van a entender, en cortito cada uno habla pestes de los otros, les adjudican calificativos peores que los que los propios panistas o perredistas les recetan y les atribuyen peores pasados que los que el testigo protegido famoso en los periodicazos les señala.
Que el niño mocoso y peleonero que ni siquiera es tan amigo del que dice en Los Pinos, que el que no ganaría ni una elección de una sociedad de padres de familia porque no ha competido nunca, el soberbio de cola tan larga que apenas salga se la van a pisar porque su pasado ya lo alcanzó, el que por más que lo empujaron no creció nada, que el testigo protegido de quedó corto.
Son apenas unas de las linduras que se dicen entre los suspirantes del PRI, insisto, porque el proceso fue una especie de batalla campal.
Por eso, mientras ellos se daban, las huestes de Cabeza de Vaca han ido identificando los focos rojos que en el tricolor nadie ha querido ver, y se aprestan a ir a la cosecha.
Insisto, hay aspirantes en el PRI que prefieren apoyar a Cabeza de Vaca que a alguno de los suyos y eso debería tener ya ocupados a los dirigentes tricolores e incluso al ala política de la administración en turno, a Herminio Garza pues.
Por lo pronto y mientras la sangre sigue corriendo, esta semana dicen que están citados los finalistas del PRI al D.F donde seguramente les van a decir por donde va la jugada.
En los últimos eventos de proselitismo, ayer el alcalde de Victoria partió y compartió una ‘roscota’ de reyes de 300 metros en la capital, un día antes encabezó un evento con cientos de chavos también en la capital.
Alejandro Guevara estuvo el fin de semana en Tampico y Madero donde le fue muy bien en un puñado de colonias a donde se comprometió a trabajar por la seguridad y donde también se dijo listo para lo que su partido lo pueda ocupar.
Marco Bernal hizo talacha en la frontera, donde se reunió con grupos civiles y con operadores políticos.
Hoy Baltazar Hinojosa Ochoa tiene programado un almuerzo con periodistas tras el asueto de Navidad y fin de año.
Todo indica que los suspirantes se van a concentrar el resto de la semana en la capital a la espera de buenas noticias.
El Monterrey VI, vivito…
No es novedad que el gobernador ‘independiente’ de Nuevo León, Jaime Rodríguez, El Bronco, se desdiga de sus promesas de campaña, lo hizo con la promesa de quitar la tenencia, con meter a la cárcel a Rodrigo Medina y ahora lo hace con el proyecto del acueducto que pretende llevar agua del río Pánuco a la zona conurbada de Monterrey.
Resulta que Jaime Rodríguez dijo este fin de semana que ya analiza vías para su edificación a pesar de que en campaña lo enterró.
El cambio de planes de El Bronco puso en alerta a los organismos no gubernamentales que se oponen a la obra por considerar que afectará al ecosistema y porque además creen que el costo beneficio es muy alto para las finanzas de aquel estado.
Los que saben advierten que el gobernador del estado vecino ya pactó negocio con el inquilino de Los Pinos, toda vez que la empresa que se había adjudicado la obra es Higa del tamaulipeco Juan Armando Hinojosa Cantú, identificado como el constructor favorito de Peña Nieto.
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