La renuncia al cargo de Subsecretaria de Desarrollo Social del gobierno del Estado en el sur de Magdalena Peraza Guerra confirma la participación de la ex alcaldesa en el actual proceso electoral , sin embargo, no se sabe si, como la aludida ha dicho en varias ocasiones, disputará otra vez la presidencia municipal o una de las curules locales de Tampico.
En el primer caso podría hacerlo con las siglas del Movimiento Ciudadano, el Partido del Trabajo, el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), Encuentro Social o pelear una diputación con la camiseta del Verde Ecologista.
Por el PRI está estatutariamente imposibilitada para hacerlo porque, al haber aceptado la candidatura del PAN a la alcaldía en los comicios del 2010, la ex diputada local quedó automáticamente inhabilitada para buscar otra vez un puesto de elección popular como abanderada del Revolucionario Institucional, porque así lo estipulan las normas del organismo político.
Aunque existe otra alternativa. Que el tricolor, al que corresponde proponer al candidato al ayuntamiento, como establece el acuerdo de la alianza electoral, cediera al Partido del Tucán el derecho a postular al candidato al ayuntamiento, y que este designara a la profesora como aspirante al cargo de Gustavo Torre Salinas, ya que de esa manera el PRI no violaría sus estatutos.
El riesgo en este supuesto sería político.
Aunque la Peraza Guerra ha afirmado que nunca ha dejado de ser priista y lo ha demostrado con hechos, primero al apoyar abiertamente la candidatura de Torres Salinas desde la alcaldía y luego a la candidata a diputada federal Paloma Guillén Vicente, cuando dejó al ex partido oficial para llegar a la presidencia como candidata de Acción Nacional, provocó fuertes resentimientos y a causa de ello perdió miles de simpatizantes en las bases de su ex partido.
Algo similar sucedió en el PAN. El día en que anunció que respaldaría al candidato del PRI al gobierno de la ciudad, la mayoría de los panistas del municipio calificó a la ex jefa edilicia de traidora y le dio la espalda.
Bajo esas circunstancias, si la Maestra participara en la actual contienda electoral como representante de una alianza del PRI con el Verde y el Panal al gobierno tampiqueño, tendría en contra a amplios segmentos de la agrupación, entre estos los de Fernando Azcárraga López, y de los panistas, empezando por los grupos de Germán Pacheco Díaz, Chucho Nader y el Químico Sergio Salazar.
A pesar de la disciplina y de la fuerza de la línea cupular, muchos militantes del ex partido de la Revolución no votarían en contra de la Profesora, pero si se abstendrían de ejercer el sufragio.
No obstante el fuerte respaldo social y el capital político con el que cuenta la ahora ex Subsecretaria de la Sedesol estatal, sería una opción riesgosa para el partido que gobierna Tamaulipas que este decidiera encargarle otra vez a Magda la candidatura de presidenta.
Mientras se conoce el desenlace del asunto, el alto mando del PRI emitió ayer otras dos convocatorias que formalizan
la elección de los candidatos a alcalde a través del método de designación directa, llamada comisión de postulación, de otros 20 municipios. En la primera se encuentran los de Tampico, Madero, Aldama, Matamoros y Nuevo Laredo y la fecha del registro de los interesados está programada para el 13 de febrero, en la segunda, entre los que figuran los de Burgos, Casas, Mier, Miquihuana y otros, el día 17.
Las constancias de candidatos del partido se otorgarán el 5 de marzo.
Esto quiere decir que, a partir de este jueves, en cualquier momento, probablemente este mismo fin de semana, los jerarcas priistas resolverán cuáles serán los prospectos a los que echarán mano para tratar de conservar en su poder los principales municipios del Estado en la cercana jornada comicial del 5 de junio.
Si todo sale como está diseñado, mañana 5 de febrero los aspirantes priistas que quieren gobernar sus municipios o representar a sus habitantes en la próxima gestión legislativa de la entidad, se separarán del cargo que ocupan, como exige la ley electoral, y se sentarán a esperar a que los que toman las decisiones definan quiénes fueron finalmente los llamados y cuáles los escogidos.
