Ahí los tienen de cuerpo entero, echando al drenaje la palabra empeñada, defraudando la confianza de los ‘borregos’ (la palabra que quisiera poner es altisonante) que los eligieron hace menos de ocho meses, avientan el trabajo que juraron cumplir y en el que la ambición los mantuvo solo por cinco meses; ya van por un ‘negocio’, perdón cargo más generoso.
Así es mis queridos boes, Yahalel Abdala Carmona, María Esther Camargo Félix y Jesús de la Garza Díaz del Guante, tres de los ocho diputados federales por mayoría que ganaron por el PRI ya largaron el compromiso y se perfilan para ser postulados como candidatos a alcaldes de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros respectivamente.
Junto con ellos también pidió licencia ayer Gustavo Cárdenas Gutiérrez del Movimiento Ciudadano a quien si le da la gana será candidato a gobernador o ‘si se le hinchan los meniscos’ lo hará por la alcaldía de Victoria.
Es decir que los angelitos y angelitas estuvieron más tiempo en precampaña y campaña que lo que nos representaron en la Cámara de Diputados. Los cuatro volverán a contaminar visualmente sus municipios con fotografías gigantes dominadas por el Photoshop y sonrisas impostadas.
Claro de sus promesas de: traer más recursos a los municipios que componen sus distritos, de luchar por mejores leyes para la protección de la familia, el desarrollo de la frontera, la vuelta de la paz y la tranquilidad al estado, la fiscalización de recursos, el empleo para todos, la salud de calidad, la educación de primer mundo, el combate a la pobreza no hubo nada, nada de nada porque les importa más el gran negocio que significa una alcaldía y su presupuesto.
Les vale no haber cumplido compromisos, es más desde que les avisaron que pidieran licencia porque van por las alcaldías ya preparar nuevas promesas, total lo que se firma y se afirma en las campañas no tiene que ser respetado en el ejercicio del poder.
Más les vale sorbete porque los ciudadanos en lo colectivo somos tan torpes que no exigimos, no castigamos a quienes nos mienten una y otra y otra vez. Es cierto en las redes sociales somos un pueblo lapidario contra la clase política, pero a la hora de la cita con las urnas nos quedamos dormidos o nos da amnesia.
Por eso qué importa que no hayan cumplido como diputados federales, que importa que en un año se vayan a pasar en un año ocho meses en campaña, echando mentiras y vendiendo ilusiones.
Es cierto no son los únicos que se van dejando un cargo de elección popular, ya antes lo había hecho el candidato del PRI a la gubernatura Baltazar Hinojosa.
Ya lo hizo el del PAN Francisco Javier García Cabeza de Vaca al Senado donde estuvo más de tres años, hoy se va Alejandro Etienne que trabajó en Victoria como alcalde más de dos años, se irá Lalo Hernández diputado local por Tampico también por más de dos años, tal vez en esos casos se justifica la licencia porque el pueblo que los votó y el que pretenden los vuelva a votar tiene elementos suficientes para decir si hicieron trabajo bueno o no, pero los que ni siquiera alcanzaron a calentar la curul si le quedan a deber a su pueblo.
No me arreglaron: ECA
Ayer fue publicada una entrevista de tele que le hicieron a Enrique Cárdenas del Avellano en la que queda claro que sigue enmuinado con su partido y deja entrever que unidad tricolor tiene en el un pequeño o gran ‘asegún’.
«Soy gente de palabra, no soy gente que digo una cosa y luego digo otra, no estoy de acuerdo en el método de elección del candidato a gobernador, pero soy del PRI y seguiré trabajando para mi partido», dijo.
Pero no lo han arreglado como creíamos tras las fotos con el candidato y el delegado Fernando De las Fuentes: “No es cierto que ya me arreglaron y que le van a dar mi esposa un puesto político, ella no tiene partido político, es un buen matrimonio no hay más”, dijo.
También señaló que no fue él el que buscó el acercamiento con su candidato y su delegado y hasta que él ni siquiera sugirió la foto.
«Fue a mi casa este lunes a través del delegado, saludo a mi esposa y me pidió que si se podía tomar una foto y le dije encantando no tengo problema”, señaló.
Me pregunto qué estará pidiendo Enrique Cárdenas para darse por arreglado que no le quieran dar o prometer.
Ya sabemos porque el mismo lo dijo ayer que no está de acuerdo con el método con el que el PRI designó a Baltazar Hinojosa, aunque como lo señala el problema no es con el candidato sino con las formas.
A ver hasta dónde llega esta novela, misma que se puede juntar con las novelitas que resulten de las designaciones para las alcaldías.
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