MÉXICO, CDMX.- El recorte del gasto público y el aumento de la tasa de interés de referencia anunciados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Banco de México, tendrá un efecto negativo en la economía del país, advirtió un reporte del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM).
En su reporte, Violeta Rodríguez del Villar, investigadora del instituto, afirmó que la medida que consiste en un recorte de 100 mil millones de pesos en el presupuesto de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de 32 mil 300 millones en el gasto del gobierno federal para 2016, es restrictiva.
“El gobierno es uno de los principales empleadores y demandantes de bienes y servicios; por ello, esta merma disminuirá su demanda en esos sectores productivos”, afirmó.
El recorte presupuestal también tendrá un impacto negativo, consideró la académica, ya que “no sólo afectará a trabajadores del Estado; por el papel del gobierno en la adquisición de bienes y servicios, esto repercutirá en la capacidad de las empresas privadas de generar ocupación laboral”.
Comentó que la estrategia hacendaria y financiera adoptada por las autoridades tendrá eco en el presupuesto administrativo, debido a que buena parte del gasto gubernamental se destina a programas de beneficio social como la educación y la salud.
“Lo que busca Banxico con este incremento es hacer más atractivo el premio por el ahorro y atraer capitales tanto de connacionales como externos, con lo que habrá una restricción monetaria acentuada y un aumento de la tasa de interés que, al tiempo que sube la recompensa por los depósitos, hará lo mismo con el monto del crédito. El problema de México es que la mayor parte de la población es deudora”, expresó sobre la tasa de interés de referencia.
Para superar la crisis, consideró la investigadora, se requieren subsidios que compensen los impactos negativos y asignar correctamente el costo de la volatilidad.
Por lo tanto, aseguró que es necesario que el gobierno evalúe los efectos de esta crisis en la población.
“No se trata sólo de reducir el gasto público y ampliar las tasas de interés; los mexicanos tenemos más creatividad para manejar asuntos de esta naturaleza. Se deberían aplicar subsidios que compensen los impactos negativos y asignar correctamente el costo de la volatilidad en el país”, concluyó.