Soy un convencido del papel importante que juegan las candidaturas independientes.
En mi opinión, algunas de ellas –otras son una aberración– llenan un vacío que los ciudadanos sufrían para definir su simpatía electoral, derivado del acorralamiento que aplicaban los partidos políticos, cuya mayoría define a sus representantes por intereses de grupo y hasta por simples ocurrencias. Difícilmente, por auténticas simpatías populares.
Son entonces esas figuras, una afirmación de nuestro sistema democrático y por lo tanto deben ser bienvenidas.
Pero, como sucede en casi todo, la teoría no siempre se refleja en los hechos. Y el recién registrado en el Estado es uno de ellos.
El Instituto Estatal Electoral de Tamaulipas y sus integrantes se convirtieron en los días cercanos, todos lo sabemos, en rehenes temporales de algunos aspirantes dentro de esa nueva modalidad, al bloquear los accesos a las oficinas sede del organismo mencionado y crear un conflicto que sólo la prudencia de las autoridades evitó que se convirtiera en una acción penal contra los protagonistas centrales, Francisco Chavira y Xicoténcatl González, aspirantes a la gubernatura y a la alcaldía de Victoria, respectivamente.
¿Qué buscaban los promotores de esa “toma” de instalaciones?
La respuesta descansa precisamente en la teoría y en los hechos.
En teoría, proteger sus derechos como candidatos, para evitar, dijeron, una supuesta manipulación de las firmas presentadas para avalar su registro, mediante la ampliación del plazo para su conteo, lo cual fue desmentido de inmediato y aclarado.
El doctor González aceptó la explicación, entregó las firmas que lo avalan y se retiró. Pero Chavira no.
Y aquí aparecen los hechos.
Todo indica que lo que buscó el señor Chavira fue ser blanco de reflectores, micrófonos y libretas para un acto evidentemente publicitario. Y si se prestan oídos a las versiones maliciosas, hasta para ampliar un margen de posible negociación tras el resultado electoral.
Tal vez haya quienes acepten esa postura como válida, tomando en cuenta que en la política, como en el amor y en la guerra, dicen que todo se vale, pero lo que no se puede legitimar es el intento de manipular la ley para tratar de ganar votos, cuando eso es lo que él mismo Chavira denuncia.
Por sus frutos, cita La Biblia, los conoceréis. En este caso, por sus hechos…
“ENSEÑANZA”
Los resultados de la evaluación a maestros son inquietantes, aunque algunos intenten presentarlos casi como nimiedades. En Tamaulipas, alrededor de 600 profesores fueron reprobados. Resultaron “tronados”, como se dice en la jerga escolar.
Pero eso no es lo preocupante.
Lo que da insomnio es que esos cientos de maestros seguirán, con todo y su falta de conocimientos, impartiendo clases. “Gracias” a un acuerdo para evitar fricciones, permanecerán por lo menos dos años más y quizás cuatro, hasta un nuevo examen, frente a sus grupos, enseñando lo que a todas luces es una visión deficiente de la enseñanza básica.
¿Cuál será el nivel de aprovechamiento de sus alumnos, de esos niños que pueden ser los hijos de usted?
A mí, eso en verdad me quita el sueño…
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