La difusión de los primeros spots electorales del PAN en voz del dirigente nacional Ricardo Anaya Cortés para Tamaulipas han causado un fuerte impacto entre los ciudadanos sin partido que seguramente generará nerviosismo entre los estrategas del PRI, ya que el hecho de que el dirigente blanquiazul sea miembro distinguido de una nueva generación de políticos, le da mayor credibilidad a la publicidad, sobre todo entre los electores jóvenes.
El promocional dice que Tamaulipas no va por el camino correcto, que la inseguridad y la falta de oportunidades son el resultado de años y años de los mismos gobiernos. Luego el jerarca pregunta hasta cuándo los tamaulipecos le dirán basta y saldrán a la calle a decirles no más, nunca más, y remata con la frase de que nadie diga que no se puede, porque de que se puede, se puede, que caracteriza a los anuncios políticos de Acción Nacional.
¿Qué harán los genios propagandísticos del tricolor para contrarrestar la influencia del nuevo pregón?
No tenemos idea pero tienen que inventar algo antes de que el anuncio blanquiazul vaya a empezar a generar una corriente de simpatía a favor del virtual candidato a gobernador, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, que puede crecer si no se hace algo eficaz para contrarrestarlo y atenuar oportunamente su efecto positivo entre los votantes.
Otra propuesta que los ideólogos del partido de la derecha se han propuesto machacar durante la contienda constitucional es vender a los ciudadanos la idea de la alternancia en el Gobierno del Estado que ha estado en poder del PRI desde hace 86 años con el propósito de convencer a los electores de la necesidad de probar una opción distinta a la priísta que también se vislumbra atractiva.
Afortunadamente para el Revolucionario Institucional, la maniobra de los guías del panismo para prescindir de los aspirantes que son militantes e imponer en su lugar a candidatos externos desconocidos, como ha sucedido en Tampico, Madero y Altamira, ha provocado reacciones de malestar y pugnas que están confrontando a la agrupación.
La declinación del regidor con licencia de Miguel Pérez Álvarez a disputar la candidatura de diputado por el distrito del sur del municipio porteño porque el comité directivo estatal pretende otorgarla a María del Carmen Tuñón Cosío y la correspondiente a la jurisdicción del norte a María de Jesús Gurrola Arroyo, por ejemplo, ha desatado una tormenta.
El edil Julián Zorrilla elevó ayer la voz para expresar su rechazo a la medida e incluso vaticinó que, si no se corrige, hundirá al partido político.
El riesgo, además, es que como ésta viola el requisito de las encuestas exigida por la convocatoria podría ser impugnada y agravar aún más las discrepancias.
(Entre paréntesis, si, como parece, se concreta el regreso de Pérez Álvarez al cabildo, la toma de posesión del cargo edilicio por el suplente, Reynaldo Ramírez Galván, va a ser únicamente debut y despedida.)
Algo similar ha sucedido en Ciudad Madero con la imposición del perredista Joaquín Hernández Correa como candidato a la curul del distrito número 20 y la postulación de los priístas Alma Laura Amparán, Ciro Hernández Arteaga y Víctor Meraz, para pelear la alcaldía y las diputaciones del municipio gobernado por Armando Flores López.
A propósito de la tierra de Cuco Sánchez, el que ha dado una muestra de disciplina, lealtad partidista, pero sobre todo de madurez política es el diputado Carlos González Toral.
Además de aceptar y sumarse a la candidatura de alcalde del PRI de Griselda Carrillo Reyes, el activo legislador se ha comprometido, y está cumpliendo, a pedir a quienes apoyaron su proyecto a lo largo del proceso de selección interna a que, así como en su momento respaldaron su proyecto personal, ahora apuntalen a la ex subdelegada de la Sedesol y la lleven al triunfo en los comicios del 5 de junio.
Aparentemente, el ex aspirante a candidato a presidente del municipio altamirense se ha propuesto a conservar el capital político logrado a la fecha, para lo que se pudiera ofrecer en el futuro.
