Como era de esperarse, los partidos minoritarios que, como en otras contiendas electorales, se dedican cachar candidatos resentidos que quedaron fuera de las designaciones en los partidos mayoritarios, andan a la caza de aquellos aspirantes que no lograron las candidaturas a pesar de que eran los mejor posicionados entre los ciudadanos.
El ex aspirante candidato del PAN a diputado por el XXII distrito electoral de Tampico, Miguel Pérez Álvarez, por ejemplo, fue invitado el miércoles por los dirigentes del Partido del Trabajo y el Movimiento Ciudadano para pedirle que defendiera la camiseta partidista como candidato a diputado local por la misma jurisdicción que le negaron los jerarcas estatales de Acción Nacional para otorgarlas a representantes desconocidos de la sociedad civil.
El edil blanquiazul sostuvo pláticas, por separado, con el dirigente estatal del PT, Alejandro Ceniceros Martínez, y con el representante del MC, Néstor Luna, sin embargo, aunque será hasta la semana entrante cuando el funcionario edilicio definirá si acepta o rechaza las invitaciones, tenemos entendido que no tiene pensado renunciar al PAN para emigrar a otro partido político, por lo menos no en la actual competencia política.
Mientras son peras o son manzanas, la imposición de una planilla elitista de candidatos a síndicos y regidores notables y sus familiares, como la que se afirma pretende integrar el partido blanquiazul en el puerto, ha generado un malestar que crece constantemente y que, si no se resuelve inteligentemente, expondría al panismo a sufrir una nueva derrota electoral.
Ayer nos llegó, por cierto, la versión de que a la lista de los presuntos interesados en formar parte del futuro cuerpo de gobierno de la ciudad se agregó el nombre del ex delegado del norte del municipio, Fernando Alzaga Madaria, quien, según trascendió, ya fue al ayuntamiento a sacar su carta de residencia.
Además de las reacciones de inconformidad que ha desatado entre la militancia el proceder de los directivos panistas hay quienes piensan que si, como se vislumbra, la planilla en cuestión es conformada por personajes de la élite social y el PAN ganara al tricolor los comicios del 5 de junio, el virtual candidato a presidente municipal, Germán Pacheco Díaz, se convertiría en una marioneta del grupo de notables de la derecha política tampiqueña.
Sin embargo, el problema que trae de cabeza a los estrategas, operadores y jerarcas de todos los partidos políticos que participan en el actual proceso electoral es el de las dificultades planteadas por la reforma electoral que resultan tan complicadas que ni los especialistas en derecho electoral lo entienden, sobre todo en los que se refiere al principio de equidad de género.
El asunto parece tan enredado que no sería extraño que algunos de los candidatos a alcalde, diputado local o síndicos y regidores ya postulados formalmente se vinieran abajo a última hora por ese motivo.
La desinformación que existe sobre el tema es tal que no se comprende cómo es que la designación definitiva de los candidatos la determinan las votaciones obtenidas por los partidos políticos en comicios anteriores, como se comenta, aunque hay exigencias menores, como aquella que indica que si el candidato a primer regidor es mujer, el segundo tiene que ser hombre y así sucesivamente.
Lo más preocupante es que si, en cualquiera de los municipios o distritos electorales de la entidad, no se cumple la disposición legal y alguna candidatura es cancelada, provocaría un efecto dominó que afectaría a todas las poblaciones y un verdadero caos que no se tiene idea cómo se resolvería.
Otro aparente lío sería que, si es cierto que una candidatura equis es rechazada por el IETAM y en las 48 horas que se otorga al partido para que reponga la candidatura no lo hace, el Instituto designaría al candidato escogiendo al mejor ubicado de la lista de los participantes en los procesos selectivos internos.
¿Qué haría, sin embargo, el árbitro electoral, si los ex aspirantes ya se reincorporaron a los cargos a los que habían renunciado o pedido licencia? Se la dejamos de tarea.




