1- La ciudad luce gris como si de pronto el sol se hubiera comido el color de estos días que apresurados se volcaron en las grandes tiendas de autoservicio a surtirse de víveres para la holganza y no reflexión de Semana Santa. Un gris en las plazas, un gris de viento que parece que se convierte en lluvia y frío.
Es la ciudad replegada a los muros donde el silencio se derrama y la tristeza cultiva más silencio.
2- De cómo volver fea a la ciudad, cubriendo su arquitectura, créame que a veces no puedo entender a las personas, empresarios que han forjado fortuna en esta ciudad y que la olviden con toda tranquilidad.
Les doy un ejemplo; unos de los más bellos edificios de Victoria, nuestra capital, es el edificio de La Primavera, uno de los más valiosos patrimonios arquitectónicos del noreste de México. Edificio de ladrillo aparente con una forja de herrería extraordinaria.
Sí, el que está ubicado en el 10 Hidalgo esquina. Pues bien, le han colocado una horrorosa pintura blanca que ha cubierto la belleza de este garbanzo de libra de la arquitectura de Tamaulipas. Uno se pregunta; ¿Los propietarios lo hicieron por belleza o por ahorro?.
Si por belleza es una torpeza visual, si por ahorro es una felonía contra la ciudad. Creo que no quisieron arrojar unos pesos a la limpieza del ladrillo y prefieren encalizar el monumental edificio.
Adolecemos hasta ahora como sociedad civil de un grupo de ciudadanos que opinen sobre el destino de estos edificios en manos de particulares.
Porque podemos comprar el Coliseo Romano, el Arco del Triunfo, pero no podemos pintarlo de amarillo. Creo que ha sido una mirada chata, herencia de la ignorancia y del poco aprecio que se tiene por la ciudad que todo les dio. En fin, que podemos hacer…
3- César Augusto Saavedra Sánchez. Nuestro apreciado vecino en el 18 Zaragoza, cuyo fallecimiento ocurrido el viernes 18 consternó a muchos. César Saavedra fue una voluntad de amistad, un sincero funcionario que trabajó con un extraordinario espíritu de servicio. Don de hacer amigos, magnífico padre de familia, trajo de Ciudad Mante, el calor de la caña y las delicias fraternales de un buen político. Desde esta columna extendemos nuestro más sentido pésame a su familia, y a sus amigos, en quienes dejó su buen humor y servicio a los demás. Descanse en Paz.
