PARÍS, Francia.- Estudiantes y trabajadores franceses respondieron a la convocatoria para realizar una huelga general contra la reforma del Gobierno para modificar la semana laboral de 35 horas y otras leyes al respecto.
La jornada de huelga es la cuarta que se celebra en Francia en las últimas semanas contra la reforma laboral.
A primeras horas del día, el paro general generó tráfico vehicular con filas que alcanzaron de hasta los 650 kilómetros, en particular en los accesos a las principales ciudades francesas.
En la capital, la mitad de trenes conurbanos fueron cancelados y hasta una cuarta parte del servicio de metro no funcionó, según fuentes de la empresa que gestiona los medios de transporte públicos de París (RATP por sus siglas en francés).
Unas pocas docenas de personas, en su mayoría encapuchadas o enmascaradas, reventaron una manifestación pacífica de estudiantes en el este de París, lanzando bombas de pintura a bancos y comercios.
Algunos destrozaron cajeros automáticos con bates o emplearon latas de gas en enfrentamientos con la Policía.
Organizaciones estudiantiles y siete sindicatos se sumaron a la convocatoria en todo el país para rechazar la ley del Gobierno, que según afirman dañará gravemente las peleadas protecciones de los trabajadores.
También se produjeron enfrentamientos entre pequeños grupos de jóvenes y la Policía en las ciudades occidentales de Nantes y Rennes.
Entre las afectaciones por el paro destacan las perturbaciones en hospitales públicos y en el transporte aéreo, así como en el ferrocarril, el metro y el tránsito en vías de la capital francesa.
Asimismo, la sociedad que explota la Torre Eiffel anunció que el monumento más visitado del mundo permanecerá cerrado durante la huelga general.
«Los efectivos no son suficientes para abrir el monumento en las condiciones de recepción y seguridad suficientes para el público y por lo tanto la torre permanecerá cerrada durante toda la jornada», informó en un comunicado la Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel (SETE).
Los paros no afectan al aeropuerto Charles de Gaulle de París, pero el 20 por ciento de los vuelos del aeropuerto de Orly fueron cancelados.
La empresa ferroviaria estatal SNCF advirtió de alteraciones en el tránsito de trenes tanto a nivel nacional como regional.
Las líneas internacionales hacia Londres y Bruselas no se verían afectadas.
El paro acarrea también el cierre preventivo de liceos y la ausencia de prensa en los quioscos, así como alteraciones en numerosos servicios públicos.
En el sector privado, por su parte, como ocurre en estos casos el seguimiento se augura muy limitado.
Tanto el Gobierno como el sector empresarial afirman que las reformas impulsarán la economía al facilitar que las empresas contraten y despidan trabajadores.
La tasa de desempleo en Francia ronda el 10 por ciento. Técnicamente, la propuesta mantiene la semana laboral de 35 horas, aunque permite a las empresas organizar horarios alternativos.
Entre esas opciones hay una semana laboral de hasta 48 horas y jornadas de 12 horas.
En circunstancias extraordinarias, los empleados podrían trabajar hasta 60 horas semanales. La ley se debatirá en abril en el Parlamento.