“Si te quiero es porque sos/ mi amor, mi cómplice y todo/ y en la calle, codo a codo/ somos mucho más que dos”, vibra el poema hecho canción de Mario Benedetti. “Tus ojos son mi conjuro/ contra la mala jornada/ te quiero por tu mirada/ que mira y siembra futuro”.
Dicen que cuando las mujeres se proponen algo, no hay nadie que las detenga. Es el caso de la señora Marcela Ronquillo de Hinojosa, erigida como la primer activista en la campaña priísta por la gubernatura. Lejos de andar siguiendo a su esposo en campaña, ha decidido ponerse al frente de un movimiento de mujeres tamaulipecas, a favor de Baltazar Hinojosa Ochoa.
Valiente, sudorosa, Marcela encabezó una exitosas movilización de mujeres de Abasolo y Soto la Marina, a favor del candidato del PRI a la gubernatura. La esposa de Balta, hace por la causa, y se le ve muy activa. La señora Ronquillo dijo que: “las mujeres de Tamaulipas, vamos a transformar el estado, con amor y valores, porque somos mujeres de bien, y porque al igual que Baltazar, queremos paz, educación y bienestar para nuestras familias”.
Para nadie es un secreto, que Balta, tiene en su familia, algo más que un núcleo de afectos filiales. En diversas ocasiones, BH, ha regresado a ese cuartel de armamento entrañable, donde el matamorense recarga pilas, acompañado de su mujer y sus hijas. Es ahí donde reflexiona, hace ajustes y vuelve a la carga. Cuatro mujeres, son sus más incondicionales y poderosas aliadas.
ELLOS SON DEL NORTE, PERO LA GUERRA SE DECIDIRÁ EN EL SUR
Piense mucho en lo que a continuación le voy a informar: la lucha por el poder político en Tamaulipas, podría decidirse, no en Reynosa, como antes se ha dicho, sino en la llamada zona conurbada conformada por los municipios de Tampico, Madero y Altamira.
Esta franja geográfica, amamantada por el Golfo de México, cuenta con un padrón de 565 mil 137 electores, cifra mágica y para muchos, la verdadera joya de la corona, en la cruenta disputa del cinco de junio próximo.
El candidato que pretenda inclinar la balanza a su favor, deberá concentrarse en esta región, cuyo electorado se caracteriza por su naturaleza impredecible. En Tampico, Madero y Altamira, se han dado triunfos panistas y perredistas. En el sur, y específicamente en la ciudad jaiba, el PAN cuenta con un voto histórico, mismo que se ha incrementado notablemente, en los últimos años, favorecido por las pugnas entre priístas.
En Tampico, la candidatura priísta de Magdalena Peraza Guerra, enfrenta sus propios demonios del divisionismo interno. Pero, aún así, hasta ahora la maestra ha demostrado que puede sacar adelante su campaña y obtener el triunfo, aunque no de manera tan holgada como se quisiera.
Hay que anotar que, tanto la profesora, como sus grupos internos antagónicos están trabajando, cada quien por su lado, a favor de Baltazar Hinojosa Ochoa. O sea, en el sur, en términos de gubernatura, la estructura priísta no es el problema. El quid del asunto, radica en los amplios sectores de ciudadanos víctimas del resentimiento y del hartazgo.
Toda esta gente, no suele manifestarse en actos públicos. Muchos de ellos, no simpatizan con ningún partido político, pero si el cinco de junio, todos ellos, deciden ir a las urnas, el PRI podría tener problemas. Toda esa carga de sufragios, podría provocar un escenario bastante cerrado, en la lucha por el poder.
En Altamira, se está dando un caso, un tanto parecido al de Tampico: la candidatura priísta a la alcaldía, en manos de Griselda Carrillo, está enfrentando el desaire local de grupos como el de Carlos Toral y Javier Gil Ortiz. Estos últimos están trabajando a favor de Balta, pero dejan de lado el proselitismo a favor de la chica de los bucles. De igual manera, aunque en menor escala, los panistas
podrían capitalizar el resentimiento ciudadano. Aunque no es tan marcado el fenómeno como en Tampico.
Y finalmente, en ciudad Madero, el sindicato petrolero podría operar, como siempre lo ha hecho, controlando el voto corporativo y garantizándole al abanderado tricolor a la gubernatura, números a favor.
Aunque, podría haber sorpresas, pues por su calidad de conurbación, el clima político de Tampico, puede contagiar al electorado maderense.
Con un capital de más de medio millón de electores, la región sur, se perfila como la princesa del cuento democrático. Tanto Baltazar Hinojosa, como Cabeza de Vaca, saben que de conquistar esa franja poblacional, integrada por tres urbes, hermanadas por demandas y planteamientos, podrían obtener la victoria sobre el contrario.
Es cierto, los candidatos son del norte, pero su lucha, se decidirá en el sur.
POSDATA: Francisco García Cabeza de Vaca, anunció un programa de becas, destinado a combatir la deserción escolar. Dijo que actualmente tres de diez jóvenes tamaulipecos, no trabajan ni estudian.
