CIUDAD DE MÉXICO.- Varios drones son los meseros del primer “Dron Café” que abrió el pasado fin de semana en la Universidad tecnológica de Eindhoven, en los Países Bajos.
En este establecimiento, los “empleados” pasan volando entre las mesas, literalmente, explicó la estudiante y responsable del proyecto, Tessie Hartjes a Dutch News.
El robot llamado Blue Jay, primer dron doméstico de interior autónomo, se acerca a las mesas y toma el pedido de los clientes, que señalan su elección en la carta.
“Sus ojos se rellenan poco a poco, como una barra de descarga. Cuando se iluminan completamente quiere decir que el pedido está listo, y otro dron lleva la botella a la mesa”, explicó Hartjes a la agencia France Press.
Gracias a unos sensores, pequeñas hélices y una batería son capaces de volar en interiores. Además, estos pequeños camareros cuentan con una mano robótica, la herramienta más funcional para las tareas cotidianas.
“Es como un pájaro inteligente que vive en los entornos sociales complejos y es capaz de viajar por sí solo por nuestro mundo físico”, comentaron sus desarrolladores a la agencia gala de noticias.
Este café de aspecto futurista abrió con ocasión del Dream & Dare Festival, celebrado por el 60 aniversario de la universidad, y sirve por ahora café y cuatro tipos de cocteles, todos verdes o azules, como los ojos con forma de media luna de los drones.
Con un coste de producción de 2 mil 277 dólares por pieza, estas naves automatizadas fueron financiadas por la propia institución universitaria, inversores privados y un sistema de financiación participativo.
Estos drones (seis, por el momento) son el fruto de nueve meses de trabajo de 20 estudiantes voluntarios de distintas facultades, de los cuales la mayoría interrumpió sus estudios durante un año para dedicarse exclusivamente al proyecto.
“Este nuevo tipo de dron podría acompañarnos en la vida diaria y ser muy útil para las personas. Lo vemos como el próximo celular que cada uno puede programar como lo desee”, precisó la responsable del proyecto a Dutch News.
En una mera aproximación de lo que podría ser el futuro, estos robots podrían utilizar un extintor en caso de incendio, detectar intrusos o responder a todo tipo de órdenes vocales.
“Estamos convencidos de que un día los drones domésticos formarán parte de la sociedad. Es como una mascota entrenada, le gusta aprender, y es divertido jugar con él”, aseguraron los estudiantes de acuerdo con el portal Sputnik.
El “Dron Café” será igualmente una buena ocasión para los jóvenes investigadores de conocer la opinión de los potenciales usuarios sobre su creación.