CIUDAD DE MÉXICO.- La primera exploración arqueológica en la Plaza de la Luna de Teotihuacán reveló un “centro cósmico” dedicado probablemente a Chalchiuhtlicue, diosa de la fertilidad, según la hipótesis de la arqueóloga Verónica Ortega.
El corazón de esta plaza es de suma importancia en la antigua metrópoli: en él desemboca, al norte, la Calzada de los Muertos, eje del espacio sagrado de la gran ciudad.
El equipo encabezado por Ortega encontró, desde una vista aérea, una suerte de paisaje lunar repleto de cráteres o fosas en cuyo interior se hallan estelas lisas de piedra verde y horadaciones que contenían cantos de río, un código simbólico que los teotihuacanos elaboraron en las primeras fases de la urbe, hace mil 900 años.
“Aquí se han encontrado las esculturas más grandes de la diosa Chalchiuhtlicue, y es probable que el culto en este lugar estuviera íntimamente relacionado con ella”, apunta la especialista.
Hasta el momento se han ubicado cinco estelas completas dentro de fosas, un par de ellas juntas.
“Hay una gran cantidad de oquedades. Es probable que como parte de un programa simbólico, ceremonial, ritual, la gente llegara a este espacio abierto y depositara cantos de río en estas horadaciones, tal vez en una idea de propiciar la fertilidad”.