Aunque como espectáculo resultó divertido, para la mayoría de los integrantes de la sociedad civil el segundo debate electoral no respondió a las exigencias de la ciudadanía, que quería una discusión de propuestas, proyectos y compromisos no otro duelo de insultos ni pleito de vecindad.
Gustavo Cárdenas Gutiérrez, por ejemplo, habría ganado más adeptos que críticas con la propuesta de la eliminación del impuesto de la tenencia vehicular, si hubiera prescindido de las acusaciones y el lenguaje soez que resulta reprobable en la boca de un servidor público que quiere gobernar el estado, que debe de ser ejemplo en todos los sentidos, empezando por el vocabulario.
Jorge Valdez Vargas, habría recuperado el tercer sitio de la tabla de posiciones electorales si hubiera enfocado su participación en incorporar a la legislación electoral las figuras de la revocación de mandato cada dos años, el plebiscito y el establecimiento de una auténtica rendición de cuentas y la eliminación del fuero legal, en lugar de perder el tiempo en bravatas y bravuconerías de barrio.
A Hinojosa Ochoa también le habría ido mucho mejor si hubiera dedicado más tiempo en detallar el ofrecimiento de ampliación de los Puertos de Tampico, Altamira y Matamoros, qué planes pondrá en práctica, aprovechar el potencial turístico que tienen el primero y el tercero, cómo le hará para que al gobierno le cueste menos que en la actualidad, así como especificar las acciones a las que recurriría para lograr el relanzamiento de la economía.
Con los chistecitos estudiantiles, en cambio, el independiente Francisco Chavira Martínez seguramente perderá varios de los puntos que había ganado en las primeras semanas de la campaña en las preferencias populares.
La pregunta es ¿por qué, a pesar de que el debate no agradó a amplios segmentos de la población, los panistas se veían entonces satisfechos y algunos hasta contentos con el desempeño mostrado en el evento por Cabeza de Vaca? Por la simple y sencilla razón de que, por segunda ocasión, los adversarios convirtieron al blanquiazul en blanco de los ataques, ya que eso ha demostrado que el reynosense es el enemigo a vencer de la contienda sucesoria.
El acto político del día, sin embargo, fue el mitin multitudinario que encabezó Margarita Zavala para impulsar los proyectos de Cabeza de Vaca y los candidatos a alcalde de Tampico, Germán Pacheco Díaz, de Madero, Andrés Zorrilla Moreno, y de Altamira, Alma Laura Amparán Cruz.
La esposa del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, que fue aclamada, encendió a la muchedumbre congregada en la Plaza de Armas. Después de que el dirigente panista municipal, Sergio Meza López, vaticinara el fin de 87 años de hegemonía política tricolor, la visitante llamaba a los asistentes a que, en medio del dolor causados por la inseguridad, a salir a votar, sin miedo, por los candidatos del PAN.
Interrumpida constantemente por los gritos de “¡Margarita Presidenta! ¡Margarita Presidenta!” la ex primera dama de México dijo a la concurrencia concentrada en la Plaza de Armas “ustedes tienen la fuerza para sobreponerse a la adversidad y para devolverle la esperanza a Tamaulipas”.
Acompañado de panistas distinguidos, entre estos el empresario Jesús Nader Nasrallah, Cabeza de Vaca se limitó a reiterar, en medio de los gritos de “¡Gobernador! ¡Gobernador!” lo que ha venido diciendo desde el arranque de la campaña electoral: “Ya nada puede detener el cambio en Tamaulipas”, en tanto que Germán Pacheco manifestó en su turno a la multitud ” esto es un pequeño adelanto de lo que les espera a los priístas el 5 de junio”.
El aspirante al gobierno de la ciudad, reconoció la obra de los ex alcaldes Diego Alonso Hinojosa Aguerrevere y de Arturo Elizondo Naranjo, que fueron, dijo, los que le enseñaron a servir y luego saludaba a la ex regidora Concepción Fernández de Elizondo, que se encontraba entre la muchedumbre.
Mañana sábado, por otra parte, si no hay cambio de planes, el dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera, vendrá también al sur de la entidad a reforzar la lucha electoral de los candidatos al gobierno del Estado, Baltazar Hinojosa, así como a presidente y diputados locales del área metropolitana.
