SAO PAULO, Brasil.- Las recriminaciones hacia el nuevo Gobierno interino podrían aumentar hoy, cuando anuncie un programa de recortes.
Tales medidas buscan disminuir la deuda pública y el déficit fiscal, mientras Brasil vive su peor recesión desde los años 30.
“Cabe destacar que las acciones que serán tomadas por el Gobierno no son un fin en sí mismas. Son un medio, quizás el único, para regresar al mercado de trabajo a 11 millones de brasileños que están desempleados, de reducir las dudas de los empresarios respecto al futuro de sus negocios y la inseguridad de los trabajadores y de garantizar que en 5, 10 o 15 años nuestros jubilados sigan recibiendo sus beneficios”, afirmó ayer el Ministro interino de Hacienda, Henrique Meirelles.
Aunque dijo que las medidas no pueden enfocarse sólo en el corto plazo, el Secretario no quiso dar detalles sobre cuáles serán.
“Mañana (hoy) sólo anunciaremos las políticas para enderezar la deuda pública. Otras medidas serán anunciados en su debido tiempo”, dijo Meirelles, según el diario local O Globo.
Pese a la falta de detalles, había adelantado durante el fin de semana que no habría aumento de impuestos por el momento.
Asimismo, ayer el Presidente interino, Michel Temer, acudió ante el Congreso para entregar un documento con el nuevo objetivo de déficit -la diferencia máxima entre ingresos y gastos que el Gobierno debería alcanzar-.
Pidieron subirlo de 27 mil millones de dólares a 47.7 mil millones. El Congreso votará hoy al respecto.