BERLÍN, Alemania.- Fotografías de la infancia de seleccionados alemanes en las envolturas de las barras de chocolate Kinder provocaron indignación en algunos germanos de extrema derecha por ser de origen migrante.
El fabricante de golosinas Ferrero cambió al niño rubio por las caras de niño de Jerome Boateng, cuyo padre es de Ghana; Ilkay Gundogan, con papá turcos, y Lukas Podolski, de origen polaco.
Una rama regional del movimiento anti islam Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (PEGIDA) cuestionó en Facebook: “¿Esto es una broma?”.
Otros comentaristas expresaron indignación y amenazaron con boicots, entre ellos uno sugirió que las fotografías representaban a futuros terroristas, antes que la página fuera borrada.
La revista satírica alemana Titanic reaccionó publicando a manera de parodia una “edición PEGIDA” de las barras con las fotografías de infancia de Adolf Hitler y Anders Behring Breivik, el noruego de extrema derecha que mató a 77 personas en un ataque en 2011.
Ferrero criticó cualquier forma de odio a extranjeros o discriminación.