En esta novela también se percibe un juicio al periodismo, específicamente al de espectáculos, que durante la década de los 90’s en Perú, era conocido como la “prensa chicha”: basado en chismes, rumores, fotografías filtradas por el gobierno a los medios, con el fin de debilitar moralmente a los enemigos del sistema.
Después de haber recibido el Premio Nobel de Literatura en 2010, Mario Vargas Llosa declaró ante los medios que tenía miedo de convertirse en una estatua, que el trajín del galardón lo alejaría paradójicamente de la escritura.
No pasó así, para alegría de sus lectores.
Después de dos obras (El sueño del celta y El héroe discreto) un tanto grises, el escritor peruano ha publicado este 2016 un nuevo libro, Cinco Esquinas. Es un vistazo sobre un periodo importante de la historia del Perú: Los meses finales de la dictadura de Alberto Fujimori y su asesor principal, Vladimiro Montesinos.
La historia comienza cuando Marisa y Chabela, dos amigas pertenecientes a la clase alta de la capital Lima, despiertan juntas un día y mantienen para su sorpresa, relaciones sexuales. Al tiempo de este encuentro, el esposo de Marisa, el ingeniero Enrique Cárdenas tiene que enfrentar un episodio ocurrido tiempo atrás y del que el periodista de espectáculos Rolando Garro quiere sacar partido. Un viejo recitador y amante de la poesía, caído en desgracia, llamado Juan Peineta, guarda rencor hacia Garro, pues le culpa de su decadencia. La redactora Julieta Leguizamón, ansía una vida con más comodidades y Julián Casabellas, abogado de Cárdenas, le orienta para salir del fango. Oculto en la oscuridad, pero a la vez presente, y controlando todo, está el director del Servicio de Inteligencia Nacional, El Doctor.
Vargas Llosa aborda en este libro dos géneros, el erótico y el thriller, siendo el resultado un mosaico de la sociedad peruana de fines del siglo XXI. Era un panorama desolador, pues la amenaza terrorista de Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru, se mezclaba con la corrupción e impunidad ejercida desde la cúpula del gobierno fujimorista, produciendo un círculo vicioso donde la vida se degradaba sin ningún remordimiento.
En esta novela también se percibe un juicio al periodismo, específicamente al de espectáculos, que durante la década de los 90’s en Perú, era conocido como la “prensa chicha”: basado en chismes, rumores, fotografías filtradas por el gobierno a los medios, con el fin de debilitar moralmente a los enemigos del sistema.
El autor, periodista desde sus años de adolescencia y aún en activo (referencia casi obligatoria sus columnas semanales en el diario español El País) da en el libro un ejemplo de como el periodismo siempre ha sido un instrumento de las estructuras de poder dominantes para saciar sus intereses, y aún así, le concede al oficio la esperanza de una redención purificadora.
Ironías de la vida, el Nobel ha sido protagonista el último año medio de las portadas del corazón, debido a su romance con la socialité filipina Isabel Preysler, rompiendo su matrimonio de medio siglo con su prima Patricia Llosa.
Conocer como nadie del manejo de una novela, el escritor peruano permite que sus personajes tomen vida, con un ritmo ligero y ameno, alejado de sus escritos totales, como Conversación en la Catedral. Como cazador, sabe el momento justo para matar a su presa. Quizá un punto negativo, sea el uso de algunas expresiones durante los encuentros eróticos del libro, los cuales se leen forzados, algo plastificadas, a pesar de que no es la primera vez que aborda esta temática, teniendo como ejemplo ilustre El elogio de la madrastra. La estructura como siempre es impecable, resaltando el capítulo XX, donde se ensaya una polifonía de voces.
Cinco Esquinas es el nombre de un barrio limeño que sirve como símbolo del derrumbe de un país: en antaño era lujoso, al punto de que era la sede de varias embajadas, entre ellas la de Estados Unidos. Hoy día, es un lugar peligroso, donde sobrevive el más audaz y el más arraigado, un ambiente donde la pobreza reina y hace lo que quiere y como quiere. Sirven estas páginas, como una suerte de carta a un amor perdido, en este caso, Lima, de esos que se saben irrecuperables y no queda más que dejarlo ir.
Mario Vargas Llosa ya no es aquel de La ciudad y los Perros, que innovó el panorama literario latinoamericano. Esta nueva publicación se ubica en un escalón inferior a los clásicos que realizó hace tantos años. Sin embargo, su mérito radica que a pesar del tiempo, ha logrado encontrar nuevas maneras de relatar sus historias, con nuevos tonos, nuevos ritmos, revitalizado, sin renunciar a la calidad y prometiendo todavía, muchas páginas de intrigas, pasiones, derrotas y triunfos
