* El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016.
Salvo algún anuncio o hecho extraordinario, a las campañas para gobernador poco se puede agregar. Durante estas semanas nos dimos cuenta que la participación de candidatos bien pudo reducirse a tres. En este sentido hay que insistir sobre el derroche de dineros públicos propiciado por autoridades que otorgan espacios inmerecidos a partidos que significan maldita la cosa, es decir, no representan nada, nadita de nada para la sociedad, en cambio existe la sospecha de que sólo son negocios particulares de familias y políticos aprovechados.
Ha transcurrido entonces lo más importante de las campañas y sólo esperamos los resultados del domingo cinco de junio y no se requiere mucha ciencia para suponer que la ciudadanía se inclinará por un proyecto viable, serio y responsable, frente a quienes prefieren el escándalo mediático apostando al caos y por consecuencia a la confrontación. En este caso de alguna manera les funcionó pero no en la medida en que lo esperaban toda vez que “se les volteó el chirrión por el mango” al grado de sufrir desgaste extremo que los conduce a la derrota.
El columnista está cierto de que el voto es veleidoso, bien puede ir de un lado a otro con singular alegría, sin embargo en esta ocasión como que la ciudadana toma más en cuenta su realidad. Por lo tanto es de esperar que como jamás, el sufragio sea producto de la reflexión. ¿Qué queremos para Tamaulipas?. Esa es la interrogante cuya respuesta debe ser en función de los niños y jóvenes que tomarán en sus manos al estado. Ya no se trata de la generación presente sino de la herencia que por simple razón biológica dejaremos tarde o temprano.
Usted dirá que este proceso electoral es inédito y está en lo justo. Como que se desarrolla en un escenario difícil y mermado por la inseguridad, la desconfianza y con dos candidatos (del PAN y Movimiento Ciudadano), inflados a la N potencia por intereses que no corresponden al estado. ¿Acaso sabemos de planteamientos alejados del escándalo sobre los problemas sustanciales de los tamaulipecos?. Aceptemos que el PRI tiene fallas y muuuy evidentes en algunos casos, sin embargo su candidato a gobernador sabe y entiende que su partido no puede dejar ir la oportunidad de enmendar errores, para ello trabaja.
De ahí que los foros temáticos desarrollados por especialistas muestren el Tamaulipas que debiera ser. Ahí se han señalado carencias de todo tipo, ha habido críticas y derivado de esto las promesas del candidato tricolor son congruentes con las aspiraciones sociales porque a nadie se amordazó para expresar sus opiniones sobre el avance y desarrollo del estado en todos los aspectos. Permítame insistir en que a los candidatos del PAN y del MC no se preocuparon hasta ahora, de impulsar la opinión ciudadana ante las circunstancias de todos conocidas. Es la diferencia, hay que decirlo. No todo es provocación y frivolidad porque el sentimiento popular va mucho más allá de una guerra política por cualquier cargo público. Dícese por ejemplo, de las escobas que debieran barrer de adentro hacia afuera o de estrategias mediáticas utilizadas como argumentos infantiles a favor del PAN fuera de Tamaulipas y más perjudiciales que benéficas para el respectivo candidato. Un experimentado político y mejor amigo, dijo al respecto: “Estos creen que los tamaulipecos somos pendejos de ahora”. Disculpe la expresión pero la intención parece que por ahí va.
El asunto es que la elección del próximo gobernador de Tamaulipas es irreversible y de lo que resta de las campañas poco se puede esperar que no haya sido codificado por la madurez ciudadana. ¡Ah, bruto!.
¿DEMAGOGIA
ELECTORERA?
El presidente de México recién anunció en Tepic la incorporación “inmediata” de 8.3 millones de personas al Seguro Popular. En un acto masivo de proyección nacional y gran escenario sólo para él y donde paseaba con la elocuencia de un buen maestro de escuela, Peña Nieto ordenó tal beneficio para los afiliados a los programas Prospera y Adultos Mayores que como sabemos sirven de apoyo a los más pobres del país… Hasta aquí vamos bien.
El problema es que el sector salud no cuenta con la capacidad para absorber a más gente. Realidad que está muy lejos de la intención publicitaria del anuncio. ¿De dónde más recursos cuando la economía nacional arrastra la cobija por caminos, brechas y veredas?. El titular de Sedesol federal, el aristócrata José Antonio Meade Kuribreña, se encargó de situar las cosas en su lugar al señalar que no habrá más dinero para cumplir las instrucciones presidenciales. Lo cual significa que tal “beneficio” no pasará de ser otro cuento, como aquel que incluiría a tooooodos los estudiantes al Seguro Social. Como diría el ranchero, “pssss, ¿con qué ojos mi alma?”. Coincidamos en que se trata sólo de argumentos electoreros. Y ni modo que sea invento.
SUCEDE QUE
En Victoria el priista Óscar Almaraz Smer conoce los riesgos, de ahí su movilidad sin descanso. Tiene además la ventaja de su militancia a la que ha sido fiel desde hace años. Agregue que entre quienes aspiran a la alcaldía es el que hace honor a su responsabilidad y compromiso partidista…Mientras tanto, a pesar del desenfado del secretario Aurelio Nuño es indudable que el conflicto magisterial en varios estados se ha convertido en auténtico dolor de cabeza para el supremo gobierno. Lo agrava la intervención del Ejército Zapatista de Liberación Nacional el cual ha iniciado protestas por el maltrato de que han sido objeto varios profesores de la región chiapaneca por parte de las autoridades. Ojo que el EZLN está “vivito y coleando” al margen de la disimulada ausencia del Sub Marcos. “Como si el horno estuviera para bollos”, diría aquel. Y hasta la próxima.