19 diciembre, 2025

19 diciembre, 2025

Quita inseguridad $38 mil millones a tamaulipecos

Para combatirla se invierten 3 mil millones de pesos, que dejan de usarse en obras de infraestructura, mientras que la población cambia sus hábitos debido al miedo de toparse con alguna situación de riesgo

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El costo de la inseguridad en Tamaulipas es superior a los 38 mil millones de pesos, y se invierte para combatirla 3 mil millones de pesos, cifra histórica que de no haber ese problema se destinaría a carreteras, o infraestructura productiva, expuso Luis Apperti Llovert, presidente Consejo Ciudadano de Participación Económico.

Reconoció que el problema de la inseguridad se ataca con los recursos de alguna manera suficientes, que van enfocados en acciones de impacto para atacar el problema con buenos resultados del año pasado a la fecha.

En el caso de la movilidad en carreteras, y su seguridad, ésta sigue siendo un problema, sobre todo en los puntos entre San Fernando y la frontera, y en la carretera Zaragoza-Xicotécatl y Tampico, que es donde más robos a camiones se registra.

Indicó que el crecimiento en Tamaulipas es bajo, es de 2.5 por ciento y debería ser del 5 por ciento.

Siempre hablamos de la inversión, explicó, para combatir la inseguridad pero pocas veces se puede generar una cifra que nos diga cuánto cuesta la inseguridad, el costo de la inseguridad en Tamaulipas basado en un indicador del Instituto Mundial por la Paz y el INEGI, es un porcentaje del PIB y en Tamaulipas es de 38 mil millones de pesos al año, para el caso de la zona conurbada es de 8 mil millones de pesos.

Afirmó que la inversión que es histórica de alrededor de 3 mil millones de pesos al año en materia de seguridad, significa que se están usando tres mil para combatir 38 mil, ese es el tamaño del problema.

Para combatirlo nosotros buscamos la forma de que cada mil millones de pesos que logremos abatir son ahorro para que esos tres mil luzcan más, y sino tuvieramos ese problema a la mejor esos tres mil millones de pesos se dedicarían a carreteras, escuelas o infraestructura productiva.

Modifica inseguridad hábitos de tamaulipecos
La señora Karla fue diagnosticada con obesidad y diabetes hace dos meses, y aunque sigue tratamiento médico, no realiza actividad física por temor a las situaciones de riesgo. Como ella, miles de tamaulipecos se han alejado del ejercicio por miedo, reveló el jefe del departamento de Salud Mental en la Secretaría de Salud de Tamaulipas, Juan Héctor Ortega.

Expuso que el estrés postraumático causado por la inseguridad interviene en el desarrollo de la obesidad y el sobrepeso.

Estableció que el ser humano es biopsicosocial, es decir, se determina por factores biológicos, psicológicos y sociales.

«La conducta alimenticia está influida por diversos factores: culturales, medio ambientales, psicológicos, entre otros, y si la inseguridad como un fenómeno social que está en nuestros tiempos, es generadora de angustia, de miedo, pues va a incidir en trastornos del sueño, de la conducta alimenticia, en trastornos de los afectos».

«La inseguridad asociada con otros factores que tiene que ver hasta con la genética, con cierta fragilidad, ciertas condiciones de estructura psicológica, genética, se conjunta y da como consecuencia el sobrepeso o la obesidad».

Aportó que las situaciones de riesgo repercuten en los tres aspectos que forman a la persona, por lo tanto, los trastornos de la conducta alimentaria podrían aumentar, e incluso, derivar en mayores índices de sobrepeso.

Señaló que la disponibilidad de comida rápida tiene la mitad del efecto que tiene la inseguridad sobre la prevalencia de obesidad.

«Cualquier cambio medio ambiental tiene influencia en el resto del ser humano, porque somos biopsicosociales».

De acuerdo a la Secretaría de Salud del Estado, el 70 por ciento de los tamaulipecos, mayores de 20 años de edad, presentan el problema.

La estadística podría tener una tendencia a la alza, derivado de la angustia que se ha propiciado en la gente, que en algunos casos se deriva en mayor ingesta de alimento, o temor a salir a realizar deportes.

«Sí se va a ver influencia de la inseguridad porque la conducta tiene un factor más que antes no tenía. Si cambia la conducta alimenticia tendremos cambios en sobrepeso, porque un niño angustiado, un niño ansioso, aumenta su compulsión por comer en forma desordenada».

El jefe de salud mental en el estado decretó que para evitar que se dé un repunte en el número de gente con obesidad y sobrepeso, se debe apostar a la educación.

«Nuestra responsabilidad es educar a la familia, a la gente, sobre cómo llevar un régimen alimenticio, cómo sobrellevar la angustia, los temores, para que tengas menos dificultades para caer».

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