31 diciembre, 2025

31 diciembre, 2025

Crónica urbana

Delirios y vanidades del poder

Crónica Urbana

1 El poder delira.

2 El poderoso de lira en mano entona su funeral.

3 El poder es una vanidad de la condición humana. Dura poco y parece una eternidad.
4 La vanidad es pasajera y tarde o temprano comienzan los remordimientos de por qué no se hizo esto, o aquello.
5 Porque se olvidaron de los amigos en nombre de las vanidades del poder.
6 Y fueron los pillos los que se agasajaron de las prebendas del poder.
7 Arrepentirse no es de sabios. Arrepentirse es una penitencia de lo que pudo haber sido y no fue.
8 El poder es una vanidad del ser humano.

9 Quien siembra vientos recoge maldiciones de quienes eran sus amigos y fueron olvidados de la nómina.
10 Imposible volver al futuro porque el pasado fue malo.
11 Lo que se hizo se hizo. Imposible remendar el casco del barco que va a la deriva.
12 Poder y vanidad van de la mano. La riqueza mal habida pretende tapar el sol con el dedo gordo del pie.
13 Al paso del tiempo el dedo gordo aplasta la buena voluntad y no deja entrar la luz al cerebro. Poco importa, el poder aplasta pero no tiene cerebro.
14 El poder no tiene cerebro. Porque la vanidad del poder hace ver inteligentes a los poderosos en un mar de halagos.
15 Pocos saben que el poder cuando acaba se llena de un mar de maldiciones.
16 Estoy convencido que pocos logran pasar el pantano con las plumas limpias.
17 El poder puede pasar pantanos y abrir los labios con placer para beber el estiércol. La riqueza mal habida puede soportar carretas y carretas de estiércol y urea.
18 Los políticos son vanidosos y generosos a la vez. Cuando llegan al poder son vanidosos y generosos. La moneda de cambio es la poca dignidad para gobernar y el aplauso de los vasallos.
19 La diferencia de un político con otro es la desventura de quienes quedan fuera del poder y la alegría del que está cerca del poder.
20 Bienaventurados los poderosos porque de ellos son el reino del olvido.
21 Nadie los recordará, al menos para mentarles la madre.
22 Poder y vanidad van de la mano. La soberbia los tranquiliza, la ceguera los festeja, la injusticia los maldice.
23 Nadie se acuerda de los poderosos y sus vanidades. Sólo quedan las enormes cuentas bancarias como testimonio de los arrebatos del poder y la vanidad como atavismo.
24 En democracia no hemos pasado la prueba del agua. Es que el agua todo lo borra aunque limpia un poco las vanidades.
25 El poder se acaba y junto con el poder la gran vanidad que el poderoso pensó que era eterna.
26 El remordimiento empezará a cercenar la vanidad del poder, y al poco tiempo se cobrará a lo chino.
27 La vanidad fue un delirio de grandeza que dura poco, aunque el dinero toda la vida. La corta vida de la vanidad ante el peso de la verdad y la critica.

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