Estados Unidos.- Si algo es conocido por todos es que los trucos de los magos nunca se desvelan, sin embargo, el popular ilusionista David Copperfield se ha visto obligado a revelar uno de sus secretos mejor guardados por culpa de una denuncia.
Todo ocurrió cuando hace tres años el chef británico Gavin Cox acudió al espectáculo que Copperfield ofrecía en un hotel de Las Vegas, y fue seleccionado para participar en el famoso truco en el que hace desaparecer a 13 espectadores metidos en una jaula , a los que tapa con una cortina negra, para aparecer después detrás de las butacas de la sala.
Según ha revelado Cox al diario Daily Mail , cuando la cortina cayó por delante uno de los miembros del equipo les hizo salir rápidamente de la jaula , pasando por un pasadizo secreto de que estaba al lado de la jaula. “Fue como si se hubiese disparado la alarma de incendios. Todo era ‘corre, corre, deprisa, deprisa’. Un caos total”, cuenta Cox.
En mitad de ese caos, el hombre se tropezó y cayó, dislocándose el hombro , lo que le provocó, según él, numerosas operaciones que acabaron desencadenando en lesiones irreversibles en el cerebro y una enfermedad parecida al Párkinson.
Cox presentó una demanda a Copperfield por lo sucedido, exigiéndole una indemnización . Una batalla legal que tendrá su resolución final en enero de 2017 y que ha obligado al famoso mago a revelar los detalles más secretos de este truco, que lleva realizando desde hace más de 15 años.