El cobro de facturas por parte de las y ciudadanos tamaulipecos dejó un campo de batalla lleno de muertos y heridos, me refiero a las pérdidas de posiciones políticas para el PRI, empezando por la gubernatura, siguiéndole con las alcaldías, y diputaciones, que le dan el control al PAN en la LXIII Legislatura.
Y más allá de las conspiraciones para el 2018 entre Osorio y Videgaray, lo que no tiene desmentido posible es que la población tamaulipeca optó por otra corriente política, no porque la prefiera o porque sea la mejor, sino como una salida a tanto desorden y ausencia de gobierno que pusiera un alto a tanto abuso, tanta violencia, tanta inseguridad, y como en todos los casos, alguien tuvo que pagar los platos rotos de una década de desidia y dejadez, y éste fue Baltazar Hinojosa Ochoa.
Ahora no es posible salir con el argumento de que no esperaban una derrota tan rotunda, si quienes observaban el panorama, sin estar en el juego político, se daban cuenta de que la debacle se acercaba, aunque, habrá que ver que el tamaño del daño no se tenía previsto.
Pero los números ahí están y no permiten duda: Los 86 años que mantuvieron a una clase política manejando los destinos de más de tres millones de ciudadanos hoy debería reconocer que no hizo su trabajo, por eso el PRI ya no será gobierno en Tamaulipas en la próxima administración estatal, porque el enemigo siempre estuvo dentro, no afuera como quisieran.
Estuvo adentro desde el momento que se permitió que el desorden convirtiera a Tamaulipas en propiedad de unos cuantos, los gobernadores en turno que no supieron manejar el poder
no dejaron cuadros priistas ganadores y fuertes, se convirtieron en señores feudales que acaso pensaban que en su reino no se ponía el sol, así de inmensa veían a esta isla en que habían convertido a Tamaulipas.
Pues no, sus desaciertos, sus fallas en el momento de gobernar cobraron la factura, pero no hay que perder de vista que el electorado así como da, quita, en Tamaulipas se tardó, pero reaccionó, eso va para los panistas que ahora se sentarán en los cargos importantes de la entidad, quienes también pueden creerse que permanecerán en los mismos por sexenios y trienios.
Nada es para siempre señores y señoras, es mejor que intenten hacer su mejor papel al frente de sus responsabilidades en el sector público, recuerden el 2012, cuando tuvieron que dejar la presidencia de la república después del baño de sangre que inició Felipe Calderón y que sigue con Enrique Peña Nieto.
Ahora a recoger los pedazos, reconstruir un partido que gozaba de todas las prebendas, con poder para acceder a los presupuestos de gubernatura y alcaldías, eso ya no es posible para el PRI tamaulipeco.
Y entrará con desventaja a pelear posiciones en el 2018, cuando estén en juego la presidencia de la República, senadurías y diputaciones federales, ahí se probarán los priistas tamaulipecos si son capaces de mantenerse en la lucha.
ALMARAZ RECIBE CONSTANCIA
El PRI retuvo las alcaldías de Matamoros, Ciudad Victoria y Tampico, Óscar Almaraz recibió su constancia de mayoría y está listo para empezar la recuperación de su partido, supongo. El PRI logró también que le reconocieran el triunfo en Jaumave y hasta ayer estaban peleando Güémez, pero por lo pronto Acción Nacional se queda con 24 alcaldías de las
43, y 16 diputaciones locales con lo cual controlará la LXIII Legislatura.
Por ese rumbo del Congreso, Ramiro Ramos, presidente de la Junta de Coordinación Política anuncia que quienes andaban de candidatos Juan Patiño Cruz, Jorge Osvaldo Valdez Vargas y Alfonso de León Perales se reincorporan a sus curules.
También anunció que el 17 estará representando a los diputados en Palacio Nacional para la implementación del nuevo sistema de justicia penal que inicia su vigencia al día siguiente.
El diputado nuevolaredense dijo que seguirán trabajando en la agenda legislativa como corresponde de aquí a que termine la legislatura.
LA FRASE:
“Es algo que no se lo deseo a nadie, es una experiencia que nunca pensé vivir y obviamente que sí me tiene un poco con miedo, un poco aterrorizado, pero, al final, tengo que continuar mi vida y dejar que se me olvide. Es una mala experiencia nada más”, dijo el futbolista Alan Pulido respecto al secuestro que sufrió el 29 de mayo en Ciudad Victoria, al portal MedioTiempo, días antes de regresarse a Grecia a su equipo Olympiacos.
El manejo del caso Pulido terminó de afectar al PRI en los resultados del domingo y más cuando la periodista Adela Micha le pregunta al hermano de Alan por los quince millones que le dieron de parte del gobierno estatal, lo que provocó un gesto de sorpresa en el muchacho.
En fin, la historia de Pulido tuvo consecuencias, a unos favoreció a otros perjudicó. Y mientras tanto Egidio Torre anuncia que se irá de Tamaulipas por lo menos dos años después de terminar su administración, dice que porque es sano.
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