CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Alrededor de 300 derechohabientes se volcaron a la clínica del ISSSTE ayer por la mañana, durante la llegada del lote de medicamentos para pacientes con problemas crónico degenerativos cuyo abasto se había retrasado, explicó el subdelegado del instituto Tofic Salum Fares.
Normalmente cuando llega el camión la gente se apresura para que se le entregue su dotación de medicina y darle continuidad al tratamiento prescrito por el médico, indicó.
Por estos días se lleva a cabo una modificación de los sistemas para darle eficiencia a los programas de diversas áreas, entre las que van la dotación de material de curación y de medicamentos.
Esto ha ocasionado que se diera cierto retraso en el abasto de medicinas, sin embargo, la situación quedó regularizada, afirmó.
El funcionario dijo que a diario se surten cientos de recetas pero con tres que queden pendientes ya es un problema, por lo que se están implementando nuevos sistemas de abasto desde oficinas centrales y para todas las clínicas del país para que el surtido sea oportuno, pero también de uso responsable por parte del paciente.
El programa al que hizo referencia es el Sistema Integral de Abasto de Medicamentos (SIAM) que busca el control de surtimiento y el abasto oportuno.
Este sistema ya no permite dar una receta que ya fue surtida o una receta que se encuentre con alteraciones, o bien, que sea extemporánea, entre sus ventajas está el contar con medicamento durante todo el año y llevar un control más detallado del que tiene más demanda para evitar faltantes.
Una vez capturado el surtido de la receta, el sistema cuenta las dosis, frecuencia y tiempo estimado para el consumo, si se quiere volver a recetar el mismo medicamento antes de la fecha que tiene el sistema, no lo permite, lo rechaza, así que el paciente asume una cultura de cuidado del medicamento y de respeto a las dosis prescritas.
En Tampico Faltan insumos a hospital: Sindicato
Silvia Mejía Elías
El hospital del ISSSTE en Tampico también atraviesa por una escasez de insumos médicos que van desde material de curación hasta instrumentos quirúrgicos como sucede en los otros hospitales como lo es el de ciudad Victoria.
El delegado sindical del nosocomio, Joaquín Juárez Durán, reconoció que si faltan insumos pero aseguró que los pacientes en ningún momentos deben de comprarlos, ya que es responsabilidad del hospital resolverlo, aunque todo este material lo envían desde Ciudad Victoria.
“Tenemos falta de insumos, como material de curación, también nos faltan instrumentos quirúrgicos y en diferentes áreas médicas del hospital”, dijo.
En fechas recientes, familiares de un paciente dijeron a La Razón que acudió a operarse de una hernia, señalaron que tuvieron que comprar el material de curación ya que los médicos les dijeron que no tenían este material.
“Los médicos que requieren de estos insumos, deben comunicarlos a sus jefes inmediatos, porque no deben decirle a los familiares que los compren; es algo que debe resolver el propio nosocomio”, dijo.
Juárez Durán, quien es médico oncólogo, dijo que se requieren de insumos en las todas las áreas incluyendo en el área de nefrología así como en cardiología y han hecho la petición a los directivos del hospital.
“Sabemos que no depende de la dirección del hospital, ya que todo ese material e insumos se traen de ciudad Victoria”, refirió.
Fue este martes, cuando los trabajadores del hospital en ciudad Victoria colocaron mantas para anunciar que trabajan bajo protesta, ya que dijeron al no tener insumos los derechohabiantes se quejan con justa razón.
Incertidumbre y mucho enojo
Ayer, maestros jubilados, burócratas, madrugaron en busca de lograr medicamentos u otros servicios; muchos no lo lograron.
La incertidumbre se apoderó de todo con lo que ocurre en el instituto.
El rezo es el mismo:
“Nos dicen que ya no hay dinero para seguir cubriendo los medicamentos…”.
Muchos logran la meta de llegar a la farmacia, son contados los que logran los medicamentos; otros, se hacen a la idea que tendrán que gastar por medicinas para la presión, diabetes, y otros cuyos costos en farmacias externas alcanzan cientos, incluso, miles de pesos.
Hasta horas después, seguían pacientes esperando el turno, aunque saben que muchos no lograrán nada.