CIUDAD DE MÉXICO.- Cuando uno cree que el país está al revés, que todo es para unos pocos, que hay problemas sociales y que en vez de país parecemos un circo, siempre sale alguien que nos recuerda que podríamos estar peor.
Cachen que una chiquilla holandesa de 22 años fue a Qatar, se tomó unos copetes de más y fue violada en la calle. La mujer, como haría cualquiera en un país occidental, fue a denunciar la canallada.
El atado es que las leyes de por allá son BIEN diferentes, por lo que un tribunal la condenó a pasar un año en la cárcel por tener sexo fuera del matrimonio – considerado adulterio- y le pasó una multa por 824 dólares por además andar curada en la calle ¡El mundo al revés!
La embajada holandesa se puso las pilas, por lo que la víctima será deportada a su país. Esta última aseguró no haber estado “copetiá”.
¿Y el violador? Bueno, el desgraciado fue condenado a recibir 100 latigazos -sí, latigazos- por adulterio y otros 40 por tomar copete. Se desconoce si va a terminar o no en la cana. Un canal de televisión de por allá dijo que le habían dado tres años y que probablemente lo deportarían a Siria, pero otro medio negó que hubiera sido condenado a pasar un rato entre barrotes.
La víctima fue de vacas en marzo y salió una noche a tomar a un sector donde está permitido. Según el abogado defensor, la chiquilla despertó al otro día en la cama de otro y pensó que había sido violada, razón que la llevó a denunciar.
Ojo a los que viajen a países de Asia o África, que no todo el mundo se rige por las mismas leyes ni tiene las mismas culturas,
Con información de La Cuarta.