ACATZINGO, Puebla.- La balacera ocurrida el domingo en un campo de béisbol en Acatzingo, Puebla, habría sido consecuencia de pugnas por el control del robo de hidrocarburo en la región, mientras que ayer se confirmó un tercer fallecimiento tras el ataque.
De acuerdo con un comunicado de la Fiscalía General del Estado (FGE), las investigaciones apuntan a ese delito federal, por lo que solicitará apoyo de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), dependiente de la Procuraduría General de la República (PGR), para coadyuvar con la indagatoria.
Informó que José Luis Vélez Robles, quien falleció en el campo de béisbol, había sido detenido en 2011, junto con otras dos personas, en un domicilio donde había una cisterna con aproximadamente 22 mil litros de combustible presuntamente robado.
Además de Vélez, murió Diego Mauricio Hernández Rojas, de 22 años, durante el traslado a un hospital, y ayer se reportó el fallecimiento de Abel Luna Blas, de 46 años, quien estaba internado en un nosocomio.
De forma oficial, las autoridades reportaron 11 heridos.
Sin embargo, familiares de los lesionados aseguraron que hubo son cerca de 30 personas las heridas, pues además de los que fueron trasladados por los rescatistas, hubo quienes buscaron atención por sus propios medios.
Los familiares de las víctimas solicitaron al Gobierno del Estado que los apoye para cubrir los gastos derivados de la atención médica.
“Ahorita me pidieron un depósito de 25 mil (pesos), pero son 3 familiares, yo le tiro que serán arriba de unos 60 mil pesos. Todavía mañana le van a hacer otra operación a mi esposa”, afirmó Justo Coate, quien salió ileso del ataque en el campo de béisbol.
Otro familiar, originario de Miguel Negrete, perteneciente a Cuapiaxtla, señaló que es prioridad solventar los gastos médicos, más allá de las investigaciones.
“Yo creo que no hay necesidad de investigación, fue un atentado con un grupo armado, disparó sin ton ni son. Yo creo que lo importante aquí es ver la manera de sacar adelante a los heridos”, mencionó Silvino Palacios, padre de un joven herido.
En el ataque participaron al menos cuatro hombres armados con fusiles de asalto, quienes abrieron fuego contra los integrantes de un equipo de béisbol y parte de los asistentes en las gradas.
Las autoridades levantaron cerca de 60 cartuchos percutidos que estaban regados en el campo de juego.