* El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016.
Por caminos, brechas y veredas se escucha una pregunta recurrente: ¿Qué va a ser del tricolor en Tamaulipas?. Algunos próceres tarde se dieron cuenta de que su partido enfrenta la peor crisis desde que a Portes Gil se le ocurrió crear el Socialista Fronterizo que como sabéis, fue inspiración para el nacimiento del PNR transformado en PRM, y finalmente en PRI. Tarde se dieron cuenta digo, justo cuando perdieron la gubernatura ante un partido que entre otras virtudes es disciplinado y con enorme carga de lealtad. Los azules tienen sus defectos desde luego, aquí se han señalado situándolos incluso en el escenario histórico, pero de que son tercos eso-que-ni-que.
El asunto es que el PRI está noqueado y costará mucho trabajo, tiempo y sobre todo recursos para ponerlo de pié. (Si es que lo ponen, si no pssss no). En este sentido la idea no va más allá de reestructurarlo lo cual parece poco ante la dimensión de la paliza recibida. Y es que no se trata solo de renovar cuadros sino de entrarle a las tareas que le produjeron confianza y apoyo popular. Olvidemos por ahora a los personajes que están en posibilidades de sustituir a Rafael González Benavides y al resto del CDE toda vez que en esta ocasión los nombres no dicen nada a la militancia al contrario, como que se acrecientan las dudas por saber de dónde llegará el mensaje.
No parece exagerado decir que el PRI tendrá que empezar de cero. Y es que el primer y gran error fue menospreciar el valor de los grupos marginados. Sea que desde hace años perdió contacto con la buena ciudadanía que jamás le regateó respaldo. La pasión de tales grupos se fue desvaneciendo como producto de la frustración. Fue entonces que el votante buscó nuevas alternativas apareciendo Cabeza de Vaca.
En opinión del escribidor la última oportunidad que tuvo el tricolor de recomponerse fue despuesito de la elección de EPN. No olvidéis que entonces en Tamaulipas el descalabro fue
mayúsculo a manos precisamente del PAN. ¿Dónde estaba entonces el PRI que no supo detectar la gravedad de lo que se avecinaba?.
Usted dirá que tres años después se ganaron todas las diputaciones federales y tiene razón, sin embargo ahora estamos ciertos de que tales resultados fueron engañosos y quizá hasta distractores de lo que fraguaba la inteligencia panista.
Un agregado sería el alejamiento de los medios de comunicación, como si las respectivas dirigencias priistas temieran transparentar sus tareas a la opinión pública. Un encerramiento que provocó diversas interpretaciones casi siempre relacionadas con quienes irremediablemente conducían a su partido rumbo a la derrota. El debilitamiento tricolor fue evidente mientras la popularidad del ahora gobernador electo crecía en relación directa al golpeteo absurdo del que era víctima por parte de sus adversarios. Ahora dicen los panistas con razón: “El PRI lo hizo, el PRI lo proyectó, ¡bendito sea el PRI!”.
De manera que al tricolor más que reestructurarse le urge refundarse pero a la voz de ¡ya!, en el entendido de que tiene virtualmente encima la elección presidencial y no sería bueno entregar de nuevo malos resultados. ¿Por dónde empezar?. Bueno, tendría que retornar a sus tareas esenciales de gran gestor del bienestar social.
Ahora se le facilitará más encabezar las demandas públicas con amplio conocimiento de causa al convertirse en oposición sin excusa ni pretexto. Sería la mejor oportunidad de saldar pendientes con la militancia que por muchos años le confiaron presente y futuro. Rescatar también el viejo concepto de solidaridad reflejado en los momentos más importantes de la comunidad. Ver de nuevo a los ojos de las víctimas de la burocracia económica que solo ha traído pobreza y falta de oportunidades a una sociedad cuya buena aparte llegó al hartazgo y la desilusión el pasado 5 de Junio.
De suerte que el PRI ahora sí la tiene difícil en Tamaulipas, tanto que no falta quien lo remita a un receso electoral. No es para tanto, sin embargo existe el riesgo de que pueda quedarse como oposición por un buen de años lo cual no dejaría de ser una tragedia para quienes se acostumbraron a vivir a la sombra del presupuesto, suponiendo que esta primavera duraría por los siglos de los siglos y todavía más allá. ¡Ah, bruto!.
EL ROSTRO DEL PODER
Tomando en cuenta el estado que guarda la república, el supremo gobierno considera como obligación ofrecer muestras de su poderío. Y las circunstancias no están para menos, de ahí la detención de los principales líderes de la disidencia magisterial que lo confronta con la auténtica oposición incluido MORENA, cuyo líder López Obrador se ha declarado defensor convencido contra los ataques oficiales que sufre la CNTE. No es creíble que Rubén Núñez aparezca como vulgar “lavador de dinero” cuando los objetivos de la organización que encabeza son de mayor altura. Es decir, la CNTE lucha por reivindicar los derechos magisteriales ante la imposición de una reforma de profundo daño al gremio.
Lo anterior conduce a la conclusión de que las autoridades prefieren regresar al estilo de la vieja política persecutoria que practicar el diálogo civilizado. “Reprimir para ablandar” es la interpretación correcta sin considerar la respuesta que podría ser de consecuencias no imaginadas. Usted dirá que el régimen tricolor toma decisiones desesperadas
porque ya presiente la pérdida de Los Pinos. Es probable, a lo mejor, quizá, tal vez, igual y si… uno nunca sabe.
SUCEDE QUE…
Cabeza de Vaca recién declaró su disposición a llamar a colaboradores provenientes “del buen priismo”. ¿Cómo interpretarlo?. ¿Acaso es la justificación para muchos del tricolor que tienen esperanzas de repetir en cargos públicos?. “Ni que fueran alka-seltzer”, diría el inolvidable Javier Sandoval.
Y hasta la próxima.




