El domingo de elecciones la mayoría de los operadores del PRI nos daban cifras alegres, sus números mágicos parecían una inobjetable victoria en las elecciones por la gubernatura.
“Vas a ver que la diferencia será de ocho puntos. El PRI trae dos puntos arriba, pero con los puntos del Partido Verde y los votos del Nueva Alianza, fácilmente superaremos los
ocho puntos de diferencia”.
Otra voz nos decía que la operación estaba resultando un éxito, que la movilización del priísmo no había tenido paralelo y ganarían sin problemas el proceso.
Otro operador comentó:
– Nombre, ni preocupaciones tenemos, consultamos a los jefes y sus números establecen que ganaremos el proceso, apretado, pero ganaremos.
Todas las voces se pronunciaban más o menos por el estilo, muy pocos nos dijeron la realidad del panorama que se vivía a nivel estatal.
SERGIO VILLARREAL BRISCTON, quien a las tres de la tarde hablaba de manera desesperada a todos sus operadores políticos en el sur para que fueran por los priístas que todavía no votaban.
Reconocía a las tres de la tarde que iban abajo un punto y que era necesario apretar si querían ver ganar a la maestra MAGDALENA PERAZA GUERRA en Tampico y a BALTAZAR HINOJOSA OCHOA en Tamaulipas.
El líder del PRI en ese municipio tenía un panorama real en la entidad, pero eso demandaba de un mayor esfuerzo de sus colaboradores.
En Matamoros, también otro operador político, como MUNDO LOZANO advertía que el panorama era complicado y hacía un claro señalamiento:
– Hasta en Reynosa vamos perdiendo, chécale y te darás cuenta. La cosa esta que arde.
Apuntaba que en Matamoros la situación estaba apretada, pero su candidato JESÚS DE LA GARZA DÍAZ DEL GUANTE era el seguro ganador, junto con sus candidatos a diputados.
Ese día nos comentaba que la sorpresa era JUAN CARLOS CÓRDOVA, seguido por ANTO TOVAR, aunque la más apretada era MÓNICA GONZÁLEZ.
Ese domingo, el PRI perdió las elecciones, pero también hay batallas que aún perdiendo se ganan y este podría ser el caso de los tricolores que empezarán su proceso de descontaminación urgente.
Con la derrota quedan aniquiladas las camarillas que tantos años se quedaban con las mejores posiciones en gobierno y las candidaturas en el PRI, alegando un derecho de pernada, que causó el desgaste y la decepción de los militantes de hueso colorado. Aquellos incondicionales que se cansaron de esperar una oportunidad, humillados y excluidos.
Esa derrota trajo consigo que personajes como MANLIO FABIO BELTRONES, CÉSAR CAMACHO, EMILIO GAMBOA PATRÓN y otras vacas sagradas de la política sean percibidos como el estorbo que ahora son, repudiados por las mayorías.
Su poder de convocatoria es nulo y los ciudadanos los ven como la clase de políticos que deben desaparecer y dar paso a una nueva generación de priístas que deberán ser considerados con base a su capacidad, resultados y trabajo.
Hace varios sexenios, cuando resultó elegido como candidato a gobernador EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES, los otros aspirantes estaban molestos, la decisión favorecía al de menor trayectoria, el más afectado era el Senador ÓSCAR LUEBBERT GUTIÉRREZ, cuya trayectoria y militancia eran incuestionables.
BALTAZAR HINOJOSA OCHOA, era uno de los aspirantes y dijo públicamente:
– Debe privilegiarse el trabajo de la militancia. LUEBBERT es el indicado.
Sus palabras fue el sentir de los priístas doblados y vencidos.
El PRI con su derrota gana en Tamaulipas, vienen tiempos de renovación tricolor.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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