SAN PEDRO TLALTENANGO, Puebla.- Un hombre fue encontrado sin vida, envuelto con una cobija y en unos terrenos de siembra aparentemente después de que un conocido le diera un disparo en el pecho tras intentar comprar unos gallos de pela.
La víctima fue identificada como Porfirio Pérez, de 42 años de edad.
Guadalupe, la hija de la víctima, acusó a Ignacio Juárez de haber matado a su padre, ya qué él le ofreció a su padre venderle gallos a bajo precio, por lo que lo citó en su vivienda, cuya ubicación no fue precisada.
Explicó que tras la salida de Porfirio escucharon balazos y como él no llegó a su casa acudieron a la Policía para pedir que detuvieran a Juárez, pues temieron que hubieran lesionado al occiso, pero las autoridades se negaron.
Posteriormente el agresor le confesó al cuñado de la víctima que lo había matado y posteriormente se dio a la fuga con su familia y sus pertenencias.
Después de algunos comentarios de los vecinos, decidieron ir a buscarlo a los terrenos ubicados en la Calle Motolinía, rumbo a Santa Ana Xalmimilulco, donde hallaron el cadáver.
«Le dijo que le iba a vender gallos a buen precio, por eso fue a verlo, después oímos balazos y él le confesó a mi cuñado que había matado a Porfirio.
«Nosotros le pedimos a la Policía que lo agarrara, pero no hicieron nada y se fue con su familia», dijo su esposa, quien prefirió omitir su nombre.
El cuerpo lo encontraron envuelto en una cobija por lo que pidieron el apoyo a paramédicos de la Cruz Roja Mexicana para que lo revisaran.
Los rescatistas confirmaron el deceso y reportaron a autoridades municipales que había recibido un impacto de arma de fuego con entrada y salida por el pecho.
«Es un masculino con un impacto de arma de fuego en el pecho, el orificio de entrada y salida fue por el pecho, se desconoce la mecánica, aunque aquí es el lugar de hallazgo», mencionó una fuente ministerial.
Su esposa y sus hijas pidieron a las autoridades ministeriales que detuvieran al responsable.
Afirmaron que Porfirio era un hombre tranquilo y que aparentemente tenían una buena relación con Ignacio Juárez, por lo que desconocían el motivo que tuvo para matarlo.
«Se llevaban bien, no tenían problemas, pero sí era un hombre con arranques y pensamos que por algo se enojaron y le disparó, pero se le pasó la mano», dijo la esposa del fallecido.